martes, 9 de diciembre de 2008

EL FIN DEL MUNDO

LA CRONOLOGÍA DEL FIN DE LOS TIEMPOS

En este artículo no pretendemos dar fechas precisas ni aseguramos poseer la certeza de la verdad. Jesucristo nos advierte que: "Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre" (San Mateo 24, 36). No pretendemos, por consiguiente, asegurar las fechas ni los acontecimientos que precederán al retorno del Señor a la Tierra. Es sólo un humilde intento de consignar la secuencia de los hechos que precederán a la parusía, la cual ya podemos entrever como muy próxima, para que ante la evidencia de los hechos los hombres enderecen sus vidas pecaminosas y se preparen a recibir con dignidad al Señor en Su segunda y definitiva venida a la Tierra.
Tal como nos advierte la Escritura, los acontecimientos importantes para la humanidad vienen precedidos por anuncios proféticos:
No hace nada el Señor Yahveh sin revelar su secreto a sus siervos los profetas. (Amós 3, 7)
Dios envía signos diversos a personas humildes con el fin de dar mayor credibilidad a Sus avisos. El hecho de que unos niños del Portugal rural, analfabetos y totalmente ignorantes de lo que sucedía en el mundo, reciban un mensaje de gran envergadura como fue el de Fátima, es un signo claro de que esta revelación no puede ser el resultado de una invención de mentes fantasiosas.
Este mismo esquema se reproduce con otras apariciones cuyo contenido apocalíptico impidió que fuesen aceptadas por la Iglesia.
Para este trabajo nos basaremos en diferentes profecías del pasado como las de San Malaquías, y otras mucho más recientes, como las de La Saleta, Garabandal, El Escorial, Vassula y Akita. La aparición de Bayside, en Nueva York, que es muy similar a las anteriores, ha sido condenada por la Iglesia, por lo que no la tomaremos en consideración.



UNA FECHA PROBABLE: 2033 Ó 2037
Las profecías sobre la parusía no suelen ser aceptadas por la Iglesia. Basta que cualquier aparición haga referencia a una fecha concreta sobre el fin de los tiempos para que sea automáticamente dejada de lado. Algunas, como la de Bayside, se condenan abiertamente por su contenido heterodoxo. El resto, simplemente encuentran como respuesta el silencio. La Iglesia no se pronuncia sobre ellas.
Esto fue lo que ocurrió con las profecías de San Malaquías.
Este santo irlandés compuso una lista profética sobre los 113 papas que se sucederían desde su época, alrededor del año 1000, hasta el fin de los tiempos. A cada uno de estos papas le aplicó un breve lema que representaría un hecho significativo sobre su persona o su reinado.
En el año actual, 2006, se sienta en el trono de San Pedro el papa Benedicto XVI, que según la lista de San Malaquías es el papa número 112. Por consiguiente, sólo restaría un papa más -Petrus Romanus, según la lista-, antes de la parusía.
Como es demasiado largo enumerarlos a todos, sólo mencionaremos las sorprendentes coincidencias entre los tres últimos papas y el lema que les fue asignado por el abad Maelmhaedhoc el nombre gaélico original de San Malaquías.
Pablo VI, papa número 108 tenía como lema Flos florum (La flor de las flores). La lis, es la planta apodada la flor de las flores, y ésta es precisamente el símbolo de la ciudad de Florencia, de la que era originario este papa. El escudo de armas de Florencia se compone de tres flores de lis.
Juan Pablo I, el papa 109, tenía como lema: "Mediate Lunae" o "Del término de la luna." Y él reinó exactamente 33 días: ¡Justo lo que dura un ciclo lunar!
El lema otorgado al papa Juan Pablo II en la lista de San Malaquías fue el de: "Laboris Solis" o "El trabajo del sol". Esto parece referirse a los contínuos viajes alrededor del mundo del "papa viajero", el cual, procedente del Este, como el Sol, viajó infatigablemente alrededor de todo el mundo extendiendo la Palabra (Luz) "de sol a sol".
El actual papa, Benedicto XVI tiene como divisa «Gloria Oliviae» (de la gloria del olivo) quizás referida a un largo período de paz.
Con la llegada del siguiente papa, Petrus Romanus, se iniciará según San Malaquías la gran persecución final del Anticristo contra la Iglesia, que se prolongará hasta el esplendoroso retorno del Mesías para restablecer Su reino en la Tierra.
Como podemos comprobar, si nos fiamos de la predicción de San Malaquías, el fin de los tiempos es realmente inminente. Sólo resta este papa actual -Benedicto XVI- antes del comienzo de los cataclismos que precederán al retorno del Hijo del Hombre.
Ahora vamos a tratar de precisar un poco más cuando tendrá lugar este hecho. Según ha expresado Benedicto XVI en su etapa de cardenal, este tiempo nuestro se caracteriza por la gran profusión de apariciones y signos celestiales de diverso tipo.
Uno de ellos, y no de los menos importantes, tuvo lugar en el año 1961, en el pueblo español de San Sebastián de Garabandal. Este acontecimiento es reseñable por varios indicios. El primero es el evidente paralelismo con Fátima. La Santísima Virgen se aparece de nuevo a tres niños que no alcanzan aún los diez años. El mensaje que les transmite habla por un lado del decaimiento general de la religión: la corrupción de "muchos sacerdotes, obispos y cardenales" que "van por el camino de la perdición arrastrando con ellos a muchas más almas". Recalca la importancia extrema de la Eucaristía, cada vez más infravalorada; y exige más oración y sacrificios. En el segundo mensaje, se advierte explícitamente de que la corrupción moral generalizada traerá como consecuencia un "gran castigo" que consistirá en "fuego proveniente del cielo", en el que "perecerán dos tercios de la humanidad".
Las apariciones de Vassula se prolongaron durante varios años. En este caso, la vidente Vassula Ryden es la esposa de un diplomático sueco y recibió sus mensajes en varios países del mundo, Bangladés, Suíza, Egipto, etc. Recibe los mensajes a través de la escritura. Jesucristo hablaba a través de ella con una majestuosa escritura en la que repetía los mensajes de Garabandal. Es más, dice explícitamente que "Yo, el Señor, bendigo a Mis hijos de Garabandal" (13.10.1987). Es decir, la aparición de Vassula es una confirmación explícita del mensaje de Garabandal.
Otra aparición que se prolongó durante veinte años fue la de Prado Nuevo de El Escorial, en España. En este caso, la vidente -una sencilla mujer del mundo rural llamada Amparo Cuevas- entraba en éxtasis y por medio de ella se manifestaban de viva voz Jesucristo y María. Estas apariciones vuelven a reincidir en el mismo esquema de Garabandal: el mundo está convertido en una nueva Sodoma y Gomorra y será castigado de la misma forma que estas dos ciudades: con un diluvio de fuego proveniente del cielo. Jesucristo y María nos avisan de la necesidad imperiosa de rectificar el rumbo ante la degeneración moral a escala global en la que está inmersa la humanidad. Es también incesante la petición de oraciones y sacrificios antes de la llegada inminente del fin de los tiempos.
Estas apariciones son especialmente importantes para mí, pues he podido asistir personalmente a Prado Nuevo y doy fe de que en este lugar he tenido algo más que la vívida impresión de estar en presencia de la Divinidad. Asimismo puedo certificar personalmente una gran cantidad de testimonios fiables sobre acontecimientos sobrenaturales acontecidos en estas apariciones.
Una aparición que redunda otra vez sobre el mismo tema es la de Akita, en Japón. De una estatua de madera empiezan a brotar lágrimas y una voz interior se comunica con una de las hermanas. En este caso, es la Santísima Virgen quien habla a una monja sorda -quizás una metáfora sobre la sordera que el mundo actual muestra hacia las advertencias de Dios- y donde se vuelve a mencionar el mismo mensaje de Garabandal: de no cambiar, la humanidad tendrá que soportar un terrible castigo en forma de lluvia de fuego. Esta aparición es especialmente remarcable por dos cuestiones, la primera es que ha sido validada por la Iglesia, debido, posiblemente, a que no menciona explícitamente el fin de los tiempos, sino simplemente un castigo en forma de "fuego procedente del cielo". Y la segunda es que ha sido confirmada por la milagrosa curación de su vidente principal, sor Agnes, que recuperó la audición tras una sordera total.
Podríamos aún mencionar otras apariciones de gran renombre, como la profecía de San Pío de Pietrelcina, las del Padre Gobbi, las de Heede y otras que inciden sobre esta misma cuestión, pero preferimos no alargar demasiado este escrito con redundancias innecesarias.
Una vez expuesto todo lo anterior, creo que no es aventurado afirmar la proximidad del fin de los tiempos.
Es más, si hacemos una extrapolación entre Garabandal y Fátima, podríamos incluso aventurarnos a precisar una fecha. La Virgen se apareció a los Pastorcillos en el año 1917, y el mensaje principal de Fátima sobre el fin del comunismo en la oficialmente atea Unión Soviética ("Rusia se convertirá y habrá paz") se cumplió finalmente en 1989, el año de la caída del muro de Berlín. Pasaron, por consiguiente, 72 años. El número 72 tiene un significado simbólico: un período de espera previo a una nueva fase completamente diferente de la precedente.
Por consiguiente, extrapolando estas cifras a Garabandal, tendríamos que la Santísima Virgen se apareció a los tres niños en 1961, más 72 años nos da la cifra de 2033. Si consideramos la fecha de la segunda aparición, 1965, la fecha del fin de los tiempos sería 2037.







LAS LUCES DE DIOS

Podemos preguntarnos el porqué de este proceder. ¿Por qué Dios nos avisa de Sus intenciones con varias décadas de anticipación, y siguiendo el esquema prefijado en el Apocalipsis?
Una posible respuesta estaría en la singularidad de esta época. Estamos en los tiempos finales, es decir, una gran parte de la humanidad -dos tercios según las apariciones- verá truncada su existencia de forma fulminante. Si tenemos en cuenta que esta vida terrenal no es más que el período de prueba en el que debemos decantarnos por uno de los dos destinos eternos que nos aguardan -cielo o infierno- es lógico que Dios nos conceda unas gracias especiales para afrontar este fin. A lo largo de una vida normal de setenta u ochenta años, se reciben una sucesión más o menos grande de gracias. Si esta existencia se viese truncada de forma imprevista por algún cataclismo masivo, de alguna forma habría que concentrar estas gracias en un período de tiempo menor, haciéndolas más intensas. Es por esto que el fin de los tiempos se sucederá en una secuencia predeterminada, de forma que a la luz de los hechos, aquellas almas que deseen seguir la Verdad encuentren el camino de la Vida y se arrepientan del pecado.
Un ejemplo de todo esto nos lo presenta Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, en uno de sus sermones. Es el tiempo previo a la destrucción de Jerusalem por los romanos, incluido el Templo. Antes de estos terribles acontecimientos, el Cielo envió Sus avisos:
"El historiador Flavio Josefo nos dice que antes de la destrucción de la villa de Jerusalem, apareció durante largo tiempo un cometa en forma de hoz que provocó la consternación en las gentes. Cada uno se decía: ¿pero qué significa este signo? es posible que se trate de una gran desgracia que Dios nos va a enviar.
La Luna permaneció ocho días sin dar su luz; las gentes ya parecían no poder vivir.
De repente, apareció un hombre desconocido, que durante tres años no hacía otra cosa que gritar por las calles de Jerusalem, día y noche, ¡Pobre Jerusalem! ¡Pobre Jerusalem! Fue arrestado y se le azotó para obligarlo a dejar de gritar: nada lo detuvo.
Al cabo de tres años, aún gritaba: ¡Ah, pobre Jerusalem!, ¡ah, pobre de mí! Una piedra lanzada por una catapulta le cayó encima y lo mató en ese instante.
Entonces, todos los males con que este desconocido había amenazado a Jerusalem cayeron sobre ella. El hambre fue tan grande que las madres tuvieron que llegar incluso a matar a sus hijos para alimentarse con ellos. Los habitantes, sin saber por qué, se mataban los unos a los otros; la villa fue tomada por el enemigo y quedó aniquilada; las calles y las plazas estaban completamente cubiertas de cadáveres; la sangre fluía como en los ríos. Los pocos que salvaron su vida fueron vendidos como esclavos.
Pero el día del Juicio será el día más terrible y el más espantoso que haya jamás habido, será precedido de signos espantosos que provocarán terror hasta en el fondo de los abismos.
Nuestro Señor nos dice que en ese momento tan desgraciado para el pecador, el sol no dará su luz, la luna será semejante a una masa de sangre, y que las estrellas caerán del cielo. El aire estará tan lleno de relámpagos que será todo fuego, y se oirán los tornados, cuyo fragor será tan grande que los hombres se quedarán secos de terror allí donde estén. Los vientos serán tan impetuosos que nada podrá resistirlos. Los árboles y las casas descenderán al caos del mar; el mismo mar estará tan agitado por las tempestades que sus olas se elevarán incluso por encima de las más altas montañas, y descenderán tan abajo que se verán los horrores del infierno; todas las criaturas, incluso inanimadas, desearán querer aniquilarse para evitar la presencia de su Creador, viendo con cuantos crímenes los hombres han anegado y desfigurado la tierra. Las aguas de los mares hervirán como aceite en los braseros, los árboles y las plantas vomitarán torrentes de sangre; los terremotos serán tan grandes que se verá la tierra abrirse por todas partes..." (El santo cura de Ars, Sermones.)
Dios es justo, y Su juicio es verdadero. Pero al mismo tiempo es misericordioso, y por ello concede muchas gracias a los pecadores para que se arrepientan de sus pecados y puedan así salvarse. Una forma de lograr esta conversión es presentando a los ateos algunas evidencias contundendes de la proximidad del Juicio. Por ello, antes de que caiga sobre este planeta el gran castigo anunciado, habrá un aviso espectacular en los cielos que será presenciado por toda la humanidad.






EL AVISO

En Garabandal se suceden tres fases consecutivas: el aviso, el milagro y el castigo. Como ya apuntábamos más arriba, si se trata realmente del fin de los tiempos, es lógico que la gente reciba antes de su muerte todas las gracias necesarias para salvarse. Es decir, toda la luz sobrenatural que normalmente se recibiría durante una vida natural, se recibirá en menos tiempo pero mucho más intensamente. Ésta parece al menos la estrategia diseñada por Dios, pues en Garabandal se dice explícitamente que "Dios espera, que con este acto de Su Misericordia enmendemos nuestros caminos y volvamos hacia El nuestras vidas". No me parece fácil que tres niños montañeses de escasa o nula formación pudiesen inventarse una historia apocalíptica con estas sutilezas teológicas; una prueba más de la veracidad de esta aparición mariana. Los hombres y mujeres que finalmente se condenen en el fin de los tiempos, habrán recibido tantas gracias y luces particulares como habrían tenido en una vida natural. Por consiguiente, no podrán argumentar que su condenación se debió a que el fin de los tiempos los pilló por sorpresa y carecieron de luces suficientes para encontrar a Dios.
En este tema del aviso encontramos un nuevo paralelismo con Fátima. En el segundo secreto de Fátima, sor Lúcia nos reveló que estallaría la Segunda Guerra Mundial y que ésta vendría precedida tambien por un aviso: «Cuando viereis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que ésa es la gran señal que os da Dios de que va a castigar al Mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones contra la Iglesia y el Santo Padre.»
En la noche del 25 de enero de 1938, la Hermana Lúcia vio el siniestro resplandor rojo, que Nuestra Señora le había avisado que sería la gran señal de que Dios iría a "castigar al Mundo (…) por medio de la guerra" Al día siguiente, el extraño fenómeno de la "noche iluminada" al parecer por una gigantesca aurora boreal fue publicado en diversos periódicos en Europa y Norteamérica. Algunas semanas después, en marzo de 1938, Hitler invadió Austria y la anexionó a Alemania - una acción que dio inicio a la escalada de acontecimientos que en 1939 hicieron estallar la 2ª Guerra Mundial.
Es realmente sorprendente este tipo de coincidencias, pero si investigamos un poco percibimos que son más habituales de lo que se podría pensar. Es como si Dios desease que los grandes acontecimientos fuesen anunciados en las estrellas. El ejemplo más conocido es el de la estrella que condujo a los Magos hasta el Mesías recién nacido en Belén.
Otro caso singular ocurrió en el año 1066 con el desgraciado rey Harold II. Éste fue el último rey sajón de Inglaterra. Su corto reinado duró menos de 10 meses. Pocos días después de su coronación el cometa Halley fue visible sobre toda Inglaterra, lo que se consideró un aviso de grandes desastres. Y, efectivamente, Harold vio como su reino era invadido por los normandos, y su dinastía y él mismo fueron aniquilados para siempre en el campo de batalla.
En el siglo XX, además del aviso de la Segunda Guerra Mundial descrito más arriba, ocurrió otro fenómeno similar en Rusia. El 30 de junio de 1908 un gran asteroide sobrevoló los cielos de Siberia y explotó antes de tocar el suelo en la región norteña de Tunguska. Este meteoro debía tener unas dimensiones considerables pues arrasó dos mil quilómetros cuadrados de taiga y los efectos de la explosión se percibieron a cientos de quilómetros de distancia. Sin embargo su composición no era sólida, y el calentamiento provocado por su entrada en la atmósfera hizo que se desintegrase en el cielo. Afortunadamente esta región siberiana estaba prácticamente despoblada, y, que se sepa, no hubo víctimas mortales; pero los efectos en el paisaje fueron considerables: árboles arrancados de cuajo, una gran zona deforestada, y un estallido tan intenso que se oyó a mil quinientos quilómetros a la redonda. La explosión levantó una gran nube de polvo que se extendió por toda Europa en forma de halos brillantes que cubrieron los cielos de Eurasia durante varios días. Existe constancia de que estas nubes de polvo difuso reflejaban tanta luz solar desde la alta atmósfera que durante dos días en Londres fue posible leer el periódico por la noche.
Hoy, cien años después, no podemos dejar de pensar que éste fue un nuevo aviso del Cielo sobre el inmenso mar de calamidades que se abatirían sobre Rusia en los años siguientes. Cinco años después, este país entraba en la Primera Guerra Mundial, de la que saldría cuatro años más tarde dejando atrás a casi dos millones de muertos y un país devastado. Y ésto únicamente para entrar de inmediato en la sangrienta guerra civil entre bolcheviques y mencheviques que dejó un saldo de nueve millones de muertos. Entonces dio comienzo una dictadura comunista atea brutal que se alargaría durante setenta y dos años. Como todas las dictaduras, ésta también se apoyó en una represión salvaje cuyo balance final entre muertos y deportados a Siberia se calcula en unos sesenta millones de personas. Por si esto fuese poco, veinte años después el país era invadido por los nazis y era aniquilado otro 10% de la población: veintitrés millones de personas.
Si la gran explosión del meteoro de Tunguska fue un hecho casual o un aviso del Cielo es algo que se puede discutir, pero no hay duda de que el siglo XX fue el más sangriento de toda la historia rusa.
Tenemos incluso un caso casi idéntico en la actualidad: el día 19 de diciembre del 2004, una semana antes del gran maremoto de Indonesia del 26 de diciembre del mismo año, un asteroide explotó sobre Yakarta, la capital del país. El estruendo fue tan intenso que se oyó sobre toda la capital indonesia e incluso en algunas poblaciones situadas a 80 quilómetros de distancia. Siete días después, tenía lugar el dantesco sunami que arrasó el norte del país y las costas del océano Índico; sus efectos se dejaron sentir incluso en África, a 5000 quilómetros de distancia. El balance de este desastre fue un total de 300.000 muertos.
La Biblia también sigue un esquema similar. Cuando vuelva Jesús a la Tierra "aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; (San Mateo 24, 30).
Además de Garabandal, otras apariciones hablan también del aviso. En Prado Nuevo de El Escorial se dice que "muchos pensarán que se trata de un simple fenómeno astronómico". En Garabandal se explicita un poco más: "EL AVISO Se verá en el cielo desde todo el mundo, e inmediatamente será transmitido al interior de nuestras almas. Será un fenómeno astronómico semejante a un choque de estrellas, con mucho desprendimiento de luz, y ruido ensordecedor, pero no se nos caerá encima. Será como el fuego, pero no quemará la carne, aunque se sentirá física e interiormente. Durará muy poco tiempo, pero sus efectos en el mundo serán grandes. No hay que temer la muerte, sino es por miedo, y en algún caso especial por la Misericordia de Dios. Cada uno verá en muy poco tiempo, como es su alma a la luz de la verdad de Dios, conocerá que El existe, y que ha estado presente en cada una de sus faltas. Será como un juicio en miniatura."
Vassula reincide en la misma cuestión: "Haz saber que dentro de poco mandaré a todos una señal de lo Alto. Sabréis que viene de Mí. Yo brillaré sobre vosotros." (13.10.1987)En El Escorial la Santísima Virgen también se menciona este acontecimiento excepcional:
MENSAJE DEL DÍA 30 DE JULIO DE 1983
El mundo se acaba, pero quiero que los hombres cambien, quiero que ordenéis vuestras vidas, hijos míos; se os dará un aviso y os veréis reflejada vuestra alma como en un espejo de lo que habéis sido durante toda vuestra existencia, hijos míos, toda vuestra existencia. Ese es el misterio de Dios que el hombre nunca ha llegado a descubrir, hijos míos; muchos en ese momento se horrorizarán y no querrán creer ni en la palabra de Dios. Por eso os pido, hijos míos, que pidáis luz al Espíritu Santo para que, cuando llegue ese momento, estéis iluminados para poder comprender los designios de Dios como son misteriosos y ocultos.






EL MILAGRO

En la misma línea de hacer que las almas reciban las luces suficientes para salvarse antes de que llegue el fin, Dios aún ofrecerá otro enorme acto de Misericordia a la humanidad y concederá a los hombres un gran milagro, tal como anuncia el mensaje de Garabandal: "Será un Milagro muy grande, mayor que el de Fátima, tan grande y espectacular como el mundo necesita."
Al parecer, ser trataría de una especie de visión beatífica. Los testigos presenciales que se encuentren en Garabandal durante el milagro tendrán la oportunidad de ver en todo su esplendor la felicidad indescriptible de los Cielos Eternos. Los videntes afirman que de no ser por una gracia especial, aquéllos que lo viesen morirían de felicidad. De esta forma encontramos un nuevo paralelismo con Fátima. En Portugal, unas cien mil personas presenciaron el milagro del sol que fue anunciado por la Virgen en los meses precendentes. En Garabandal posiblemente se abrirán los Cielos delante de una multitud similar para que quede un testimonio fiable de la inmensa misericordia divina.
Prácticamente será como si Dios se dejase ver. Sin embargo, no debemos equivocarnos con respecto a los resultados finales. En las diversas apariciones se afirma que sólo unos "pocos" se convertirán. A pesar de que el milagro será grandioso y de que no habrá dudas con respecto a su autenticidad, me temo que muchos preferirán mirar hacia otro lado y negar la verdad aferrándose a cualquier otra explicación vacua -fenómenos astronómicos o meteorológicos, ovnis, extraterrestres, alucinaciones colectivas, etc- a fin de no tener que abandonar sus más queridos vicios. Y es que aceptar la Verdad supone el abandono del pecado, la maldad y el vicio, un precio que no todos están dispuestos a pagar.
Se dice que el Milagro coincidirá con un acontecimiento de la Iglesia poco usual, que no ha tenido lugar durante la vida de Conchita (una de las videntes de Garabandal). Y será durante la festividad de un Santo Mártir de la Eucaristía. Esto podría darnos una pista sobre la fecha. En el año 2030 se cumple el segundo milenio de la muerte de Jesucristo, que fue crucificado en el año 30. Aunque no hay que descartar la posibilidad de que se trate de otra festividad.






EL GRAN BANQUETE PREAPOCALÍPTICO
«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre.
Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos.
Lo mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;
pero el día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos.
Lo mismo sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste.
(San Lucas 17, 26-30)
En este pasaje del Evangelio tenemos dos de las claves que precederán al fin de los tiempos: existirá una gran prosperidad económica y la mayor parte de la humanidad vivirá completamente ajena a lo que se le viene encima.
Resulta especialmente llamativa la comparación que se hace en el penúltimo versículo entre Sodoma y Gomorra con el fin de los tiempos. Tanto en estas dos ciudades como en los días de Noé, la humanidad se hallaba en una situación de corrupción moral extrema y hacía oídos sordos a toda advertencia que llegaba de Dios por boca de sus profetas. El castigo de fuego y azufre que calcinó Sodoma y Gomorra es continuamente repetido en todas las apariciones como el mismo que arrasará este planeta corrupto cuando se cumplan los plazos apocalípticos.
El mundo actual parece cumplir a la perfección las dos condiciones mencionadas por San Lucas. Estamos en una etapa de prosperidad económica sin precedentes históricos. Y sin duda la gente come y bebe más que nunca, de hecho, existe actualmente una plaga que era desconocida hace sólo medio siglo: la obesidad generalizada. El sobrepeso es una de las características distintivas de la fisonomía de la humanidad actual, de hecho en los países más ricos la mayor parte de la población supera ampliamente el peso que sería recomendable. Es más, se calcula que por primera vez en la historia del mundo existen ya más personas obesas que hambrientas. Es loable que por fin se acabe la plaga del hambre, pero este dato no hace más que confirmarnos las palabras de San Lucas.
La segunda gran preocupación de la sociedad actual es también mencionada por San Lucas, al decir que "tomaban mujer o marido". No voy a explayarme demasiado sobre esta cuestión que es más que evidente. Simplemente diré para la gente más joven que el libertinaje imperante actualmente en la sociedad no es lo natural en la humanidad. La juventud no ha conocido otra cosa, y piensa que la corrupción sexual es lo normal, pues es lo que ve todos los días en su entorno, y lo que transmiten continuamente los medios de comunicación; pero esto es una percepción distorsionada de la sexualidad humana.
Antes de la llamada "revolución sexual" de la década de 1960 el panorama era drásticamente distinto. La indisolubilidad del matrimonio era una norma aceptada en la mayor parte del mundo, existía un escrupuloso respeto hacia la intimidad sexual y la gente diferenciaba sin mayores problemas lo natural de lo contra-naturam.
A partir de la mencionada "revolución", se produjo una involución tan repentina como inaudita: la promiscuidad sexual se generalizó y trajo como secuela los divorcios masivos; el recato y el respeto por la intimidad se esfumó y apareció la pornografía masiva y omnipresente; y se trastocó la percepción de lo natural por otra noción que sólo reconocía el propio interés -bien está lo que a uno mismo le interesa- dando como resultado la masificación de las depravaciones sexuales, la homosexualidad y el aborto.
Éste es el modelo social actual: el imperio de los instintos sobre la Verdad. Es el modelo antediluviano, y el modelo de los sodomitas. Y este modelo es precisamente el mismo que San Lucas predice para los tiempos del fin.








LA GRAN APOSTASÍA

Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?» (San Lucas 18, 8)
Uno de las signos más importantes que anuncian el fin de los tiempos es la Gran Apostasía.
Jesus se pregunta si cuando vuelva encontrará fe en la tierra. Y esta época se caracteriza precisamente por el ateísmo extremo. Es más, podemos afirmar que no ha habido otra época histórica tan apóstata como la actual.
San Pablo vuelve sobre el mismo tema:
Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición, el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios. (2 Tesalonicenses 2, 3-4)
Creo que no me equivoco si afirmo que, a nivel global, nunca antes existió una época tan atea, irreligiosa e indiferente como los tiempos presentes. Por poner algunos ejemplos, en la Unión Europea el porcentaje de asistencia a misa dominical se ha invertido en los últimos 50 años. Se ha pasado de un 90% de asistencia a misa los domingos, al 10% actual. Este es un dato tan contundente como revelador de la apostasia generalizada.
En los países ex-comunistas de Europa oriental, Rusia y China , la situación es similar. Es más, esta situación se está extendiendo a ciertos países considerados como baluartes del catolicismo. Tenemos el caso de Polonia, considerada durante décadas como el bastión cristiano en medio del mar comunista ateo del Este europeo. Pero eso era antes. Los datos actuales son apabullantes. Sólo el año pasado, el 2005, la Iglesia polaca perdió 400.000 fieles, una cantidad nada despreciable en un país de 40 millones de habitantes. Y es más que previsible que esta tendencia se mantenga hasta alcanzar los niveles del resto de Europa, donde la asistencia a la misa dominical está alrededor del 10%. Cuando esto pasa en una sociedad tradicionalmente tan religiosa como la polaca, no podemos negar que la gran apostasía anunciada por San Pablo ya está aquí.
Y la situación del resto del planeta es similar cuando no peor. De hecho, el actual integrismo islamista con tintes violentos no es otra cosa, en mi opinión, que una reacción desesperada ante la más que evidente ola de laicismo generalizado que se extiende incluso por los países con ancestral raigambre islámica.
No hay que engañarse, la situación actual de la Iglesia, y de la religión en general, es muy diferente a la que había hace sólo cincuenta años atrás. El sentido religioso de la humanidad está en pleno derrumbe y este debilitamiento generalizado de la espiritualidad supone una incuestionable pérdida de influencia de la Iglesia en la sociedad. Esta situación de debilidad extrema no tardará en dar sus frutos, el más evidente de los cuales será:







EL FIN DEL SACRIFICIO PERPETUO

La Biblia nos confirma que llegará un momento en que el sacrificio de la Eucaristía será prohibido (Daniel 8, 11). Esto que hace sólo unos pocos años era algo impensable, se está perfilando actualmente como una posibilidad más que realista. No es dificil encontrar declaraciones de algunos políticos en las que se pretende prohibir ciertos aspectos de las religiones argumentando que son machistas, homófobos, intolerantes, arcaicos, etc. Cada vez se hará más dificil predicar el Evangelio tal como está escrito, y tal como están las cosas, no dudo que llegará a prohibirse la predicación de algunos pasajes bíblicos que hoy se consideran incompatibles con la moralina dominante. Ya actualmente resulta difícil mantenerse en la sociedad como cristiano practicante. El hecho de ser una persona religiosamente activa parece que va camino de convertirse en una forma de patología mental cuyos frutos para muchos sólo son el fanatismo, la intolerancia y, actualmente, el terrorismo de tintes religiosos.
Una de las consecuencias evidentes de esta perspectiva es el hundimiento de las vocaciones sacerdotales. Una sociedad tan apóstata y antirreligiosa es un caldo de cultivo muy pobre para las vocaciones. Si a esto añadimos que en la actualidad optar por el trabajo de cura supone poco menos que convertirse en un marginado social, no debe sorprendernos que los seminarios estén desoladoramente desiertos.
Cuando finalmente tenga lugar la prohibición de la práctica religiosa, se consumarán las profecías bíblicas y las personas religiosas habrán de volver a refugiarse en las catacumbas, de las que, probablemente, ya no volverán a salir hasta la segunda venida del Mesías.





EL GOBIERNO DEL ANTICRISTO
Aunque todo lo anterior pueda parecer extremadamente pesimista, no debemos olvidar que todo ello fue profetizado hace dos milenios. El Apocalipsis nos cita una sucesión ininterrumpida de calamidades que deben sucederse necesariamente antes del fin de los tiempos.
Entre todas ellas, sin duda la peor será la aparición del Anticristo.
Será durante este tiempo cuando nacerá el Anticristo, de una religiosa hebrea, de una falsa virgen que tendrá comunicación con la vieja serpiente, el maestro de la impureza; su padre será obispo. Al nacer, vomitará blasfemias, tendrá dientes; en una palabra, será el diablo encarnado; proferirá gritos espantosos, hará prodigios, no se alimentará mas que de impurezas. Tendrá hermanos que, aunque sin ser demonios encarnados como él, serán hijos del mal; a los doce años se harán destacar por sus brillantes victorias que les serán reportadas; pronto, serán llevados a la cabeza de los ejércitos, asistidos por legiones del infierno. (La Santísima Virgen María en la Saleta 1846)
Parece existir una especie de paralelismo inverso entre esta figura y la de Jesucristo. Ambos pasarán la mayor parte de sus vidas ocultos, Uno haciendo el bien, y el otro operando el mal. Sólo serán visibles al mundo durante un breve período de tiempo, que la Biblia cifra para el anticristo en tres años y medio. La función del Mesías fue traer la salvación a la humanidad; la del hijo de la perdición será exactamente la contraria. Jesucristo vivió entre los humildes y evitó a toda costa ocupar un puesto entre los poderosos; justamente lo inverso hará el Anticristo, del que la Biblia afirma que ocupará el lugar de Dios e incluso se hará pasar por Dios. Este personaje será de la estirpe humana, pero tendrá ciertos poderes que utilizará para hacer el mal. El Apocalipsis menciona que tendrá incluso la posibilidad de hacer bajar fuego del cielo para exterminar a sus enemigos.
Durante tres años y medio este elemento se hará pasar por el Mesías y tendrá poder para dominar a una gran parte de la humanidad. Todo gobierno civil y religioso será abolido. Será un retorno a la ley de la selva, a la violencia primitiva sin mitigación alguna de las leyes, los gobiernos y la justicia. A mi entender, el proceso básicamente consistiría en aparecer como el Mesías que aún esperan los judíos. Con la ayuda de diversos medios del mundo satánico, hechizos y artimañas demoníacas conseguirá embaucar a una gran parte de la población judia, e incluso mundial, que ha perdido la fe con la apostasía generalizada, apareciendo como el salvador del género humano. Sin duda reconstruirá el templo de Jerusalem, donde hará instalar toda clase de abominaciones. Es lo que la Escritura llama la Abominación de la Desolación, probablemente una imagen de la Bestia apocalíptica. Si hacemos caso de las predicciones, debemos aceptar que una gran parte de la población mundial acabará sucumbiendo a sus embustes e incluso se dejarán marcar con algún signo especial para atestiguar su pertenencia a la nueva religión. Todos aquellos que intenten mantenerse firmes en la fe sufrirán persecución y muchos serán aniquilados.
Según profecías como las de El Escorial, conseguirá arrastrar al infierno a dos tercios de la humanidad. Este será el período más negro para la Iglesia, las persecuciones serán masivas y mantener la fe será toda una hazaña. El dominio del Anticristo sobre la humanidad será tal que incluso se permitirá marcar a los hombres de su rebaño con una marca propia, como si fuesen simples reses.
Henoc y Elías volverán a la Tierra durante algún tiempo para advertir a la humanidad, a la que castigarán con toda suerte de plagas debido a su apostasía generalizada. Estos dos profetas serán asesinados y sus cadáveres expuestos en una plaza pública. Pero al cabo de unos días, volverán a ascender al Cielo ante el asombro general.








LA LUNA CUBIERTA DE SANGRE

Las estaciones serán cambiadas, la tierra no producirá mas que malos frutos, los astros perderán sus movimientos regulares, la luna no reflejará mas que una débil luz roja; el agua y el fuego darán al globo terráqueo movimientos convulsivos y horribles terremotos que harán engullir montañas, valles... (La Santísima Virgen en la Saleta).
Es realmente impresionante comprobar que en el año 2007 se confirma el cumplimiento de una de estas profecías dadas por Nuestra Señora a Melania hace 160 años: el cambio de las estaciones. En este año, por primera vez en la historia, ha quedado despejado de hielos y abierto al tráfico marítimo el paso del noroeste canadiense. La climatología del planeta ha cambiado tanto que ha derretido ya la mitad del Polo Norte y ha hecho navegables los estrechos árticos del norte de América.
Pero no será esta la única profecía que se cumpla. Cuando la apostasía humana alcance todo su apogeo y ya sea inminente el retorno del Hijo del Hombre, aparecerán signos diversos en el cielo. El más destacado, mencionado en la Biblia y en las apariciones, será el cambio de color de nuestro satélite. La luna empezará a emitir una cierta tonalidad rojiza (Joel 3, 4-5; Hechos 2, 20-21; Apocalipsis 6, 12).
La razón última de este cambio es advertir a la humanidad de la inminencia del fin -una nueva gracia otorgda por el Cielo para la conversión de los pecadores-; pero me temo que nuevamente muchos lo achacarán a un fenómeno natural que ya está en marcha: el calentamiento global. La emisión masiva de gases de efecto invernadero seguirá con toda probabilidad hasta el fin de los días. Es más, todo indica que este fenómeno irá in crescendo geométricamente, aumentando rápidamente las temperaturas de todo el planeta. El deshielo de Siberia, Groenlandia y Canadá liberará ingentes cantidades de metano ahora aprisionado en las ciénagas heladas, acelerando aún más el cambio climático y provocando más calor, menos lluvias, más sequedad y más incendios.
Aunque muchos se nieguen a creerlo, este fenómeno es un hecho. El cambio climático ha provocado ya un aumento apreciable en la frecuencia y la intensidad de los desastres naturales, por ejemplo los huracanes son cada vez más numerosos y más destructivos sus efectos. Las sequías están cada vez más extendidas, tanto geográficamente como en su duración. Todo esto, a su vez, acarreará toda clase de problemas ambientales, afectando a los hombres con innumerables calamidades: hambre, plagas, enfermedades, etc.
El apocalipsis 16 nos habla de que "El cuarto [ángel] derramó su copa sobre el sol; y le fue encomendado abrasar a los hombres con fuego, y los hombres fueron abrasados con un calor abrasador". Este pasaje nos da otra pista nada desdeñable: el fin de los días vendrá precedido por ardientes olas de calor, quizás otra luz más otorgada por el Cielo para que la humanidad reflexione sobre las abrasadoras y ya muy próximas llamas infernales.
Las grandes cantidades de metano liberadas en la atmósfera y la falta de lluvias, junto con la polución y el hollín de los incendios masivos dejarán sentir sus efectos en el firmamento en forma de velo mugriento. Será algo similar a lo que ocurre en algunas macrociudades actuales donde las humeantes fábricas y millones de automóviles quemando combustible consiguen que el color del cielo pase del azul natural al marrón claro. Entonces las estrellas dejarán de verse, ocultas tras la espesa cortina de mugre, y sólo la Luna conseguirá traspasar el manto de polución presentándonos un matiz rojizo, quizás una metáfora del enorme vertido de sangre que se avecina.
Éste, probablemente, será el último aviso otorgado a los pecadores para que se arrepientan antes de que llegue el fin.







LA GRAN TRIBULACIÓN

La gran tribulación es el último eslabón de esta cadena de desastres ininterrumpidos. Tanto las apariciones como la Biblia mencionan literalmente que "una estrella cayó del cielo" (Apocalipsis 8, 10). Y añade que: "Y un gran pedrisco, con piedras de casi un talento de peso, cayó del cielo sobre los hombres." (Apocalipsis 16, 21). La Biblia nos menciona también "un violento terremoto, como no lo hubo desde que existen hombres sobre la tierra, un terremoto tan violento" (Apocalipsis 16, 18). Estos tres fenómenos están emparentados. La entrada de un gran meteoro en la atmósfera provoca un recalentamiento de su superficie y el desprendimiento de su corteza más superficial en forma de lluvia de meteoritos. Y es evidente que el impacto de un gran meteoro sobre la Tierra provocará un temblor de tierra colosal que se dejará sentir en todo el planeta.
Aunque resulte muy aventurado afirmar que se trate de esta "estrella", no por ello deja de ser una posibilidad realista. Actualmente existe un meteoro que tiene su rumbo enfilado hacia nosotros. Su nombre es 2004 MN4 99942 Apofis en la nomenclatura científica. Se trata de un cuerpo celeste de unos trescientos metros que pasará muy cerca de la Tierra en el año 2029. Prácticamente nos rozará, pues pasará a unos 40.000 quilómetros. Se calcula que al pasar tan próximo al planeta, desviará su órbita y podría impactar contra la Tierra el día 13 de abril del año 2036, el día de ¡PASCUA DE RESURRECCIÓN! ¡Una curiosa coincidencia de fechas!

Existe otra curiosa coincidencia. Como ya señalábamos más arriba, los hechos importantes para la humanidad suelen venir precedidos por avisos en las estrellas. Y, precisamente, el paso de este astro por las inmediaciones de nuestro planeta hará que sea posible observarlo a simple vista en toda la Tierra durante varios años consecutivos. Posiblemente, este será el anuncio de un nuevo desastre: el comienzo del gobierno del Anticristo. Es posible, no obstante, que no sea así; pero parece probable que lo sea por la extraña coincidencia de fechas: la Biblia explicita que el reinado del Anticristo se prolongará durante 42 meses, y ese tiempo es precisamente el que tardará este asteroide en retornar a la Tierra, esta vez para impactar contra ella.
El impacto será tan brutal que provocará la destrucción total de un continente y una debacle de proporciones planetarias. Literalmente arrancará las montañas de su sitio y las hará saltar en pedazos, y en caso de caer en el mar, hará que las islas vuelen en pedazos y desaparezcan en el fondo del océano. Incluso el propio planeta puede verse afectado cambiando su órbita o la inclinación de su eje de rotación. Para hacer un pequeño esquema de lo que esto supondría, baste decir que la destrucción sería total en cinco mil quilómetros a la redonda del punto de impacto. La potencia de la explosión -el equivalente a una detonación de 1000 millones de toneladas de TNT- provocaría una enorme cantidad de energía calorífica que se extendería por el planeta en forma de nubes ardientes de unos 600 grados de temperatura. La superficie del planeta quedaría devastada por el humo y los vientos abrasadores. Sería, literalmente, "fuego bajado del cielo", tal como predicen todas las apariciones.
El impacto del meteoro contra la Tierra provocaría además una gigantesca polvareda similar a la de un invierno nuclear que convertiría de inmediato el día en noche. Los cielos del planeta se cubrirían de una densa cortina de humo, polvo y gases nocivos procedentes de la tremenda explosión y los incendios subsiguientes. El sol dejaría de lucir y entonces darían comienzo:









LOS TRES DÍAS DE TINIEBLAS
El quinto [ángel] derramó su copa sobre el trono de la Bestia; y quedó su reino en tinieblas y los hombres se mordían la lengua de dolor. (Apocalipsis 16, 10)
Está a punto de ser roto el sexto sello y todos vosotros seréis precipitados en la oscuridad donde no habrá luz alguna pues el humo salido del Abismo será como el de una enorme hoguera que ocultará el sol y el cielo. Y a causa de Mi Copa de Justicia voy a haceros semejantes a serpientes y víboras. En esos días de oscuridad os haré arrastrar sobre el vientre y comer el polvo. Os aplastaré contra el suelo para recordaros que no sois mejores que las víboras... Vais a sofocaros y ahogaros en vuestros pecados. Voy a pisotearos y hollaros en Mi furor. ¿Veis? Mis cuatro Ángeles están ahora ansiosos alrededor de Mi Trono, esperando Mis órdenes. Cuando oigáis señales de truenos y veáis destellos de relámpagos, sabed que ha llegado la Hora de Mi Justicia. La tierra se estremecerá y como estrella fugaz se moverá de su sitio arrancando de sus lugares montañas e islas. Naciones enteras serán aniquiladas y el cielo desaparecerá como un pergamino que se enrolla, del mismo modo que tú viste en la visión, hija. (Mensajes de Vassula 18.02.1993)
Nuevamente nos encontramos con el número 72. Según la profecía de San Pío de Pietrelcina, justo antes de la parusía, tendría lugar la purificación final de la humanidad.
Las nubes ardientes cubrirían la Tierra arrasando toda la podredumbre pecaminosa. Serían 72 horas de oscuridad total, en la que el infierno en pleno quedaría vaciado de sus demonios. Una espantosa cacería humana tendría lugar sobre la faz de la Tierra. Las apariciones nos indican que dos de cada tres humanos bajarían al infierno durante estos tres días de tinieblas. Los demonios trabajarían sin descanso para arrastrar al abismo a todos aquellos marcados con el símbolo de la Bestia (el pecado mortal).
El otro tercio de la humanidad debe permanecer encerrada en sus casas, orando, y evitando mirar al exterior.
Es evidente el paralelismo entre estos hechos con los de Sodoma y Gomorra. El mundo actual se asemeja a un enorme burdel corrompido hasta la médula por toda clase de corrupciones y vicios, entre los que destacan especialmente -como en Sodoma y Gomorra- los pecados sexuales, tan generalizados que ya ni se tienen en cuenta. De hecho, me temo que incluso es posible que superen ampliamente a los de esas dos ciudades bíblicas, pues en Sodoma y Gomorra, había una noción de pecado. Los sodomitas sabían que pecaban, aunque no les importaba hacerlo. En la Sodoma que es el mundo actual, la virtud es el pecado, y el pecado es la normalidad. El ejemplo más evidente de todo esto es el de las bodas homosexuales. Esta sociedad corrupta ha institucionalizado como buenas y deseables las uniones contra natura, y mete en la cárcel a los clérigos que se atreven a predicar que la homosexualidad es un cáncer social... sobran los comentarios.
Lo mismo que a Lot y su familia, a los que se prohibió volver la vista hacia la Sodoma calcinada por el fuego celestial, durante los tres días de tinieblas los hombres que se encuentren en estado de gracia deben permanecer en el interior de sus casas y no deberán mirar al exterior. Probablemente el horror que tendrá lugar en el mundo durante estas 72 horas de tinieblas supere a la capacidad humana.
En Prado Nuevo de El Escorial tenemos un relato sobre el trágico final de los pecadores que no se arrepienten de sus pecados:
25 DE JUNIO DE 1983
(Amparo explica): Veo como un campo sin vegetación ni vida. (Continúa Amparo llorando desconsoladamente, y con su voz natural entrecortada por sollozos se le oye decir: ¿Dónde los llevas a todos? ¿Dónde los llevas? ¡Ay! ¡ay¡ ¡ay!)
(Amparo continúa explicando esta visión): Veo como la entrada de un túnel muy oscuro y muchas personas a la entrada. Veo a personas muy feas, con ojos de odio, que salen de dentro del túnel y se llevan arrastrando a los que están fuera. Estos no pueden escapar porque una barrera de luz muy fuerte se lo impide.
LA SANTÍSIMA VIRGEN: Parte de estas naciones, hija mía, serán de una parte de Europa. Naciones enteras, hija mía, serán engullidas, no quedará de ellas ni la sombra. Por eso os pido, hijos míos, sacrificios, sacrificios y oración por estas pobres naciones, para que se salven muchas almas, hijos míos. Parte de Roma, hija mía, quedará destruida.






LA PARUSÍA

Una vez finalizados los tres días de tinieblas, el sol volverá a brillar, y es entonces cuando, una vez eliminada la cizaña de la Tierra, volverá el Mesías a recoger el grano.
Los que estaban reunidos le preguntaron: «Señor, ¿es en este momento cuando vas a restablecer el Reino de Israel?»
El les contestó: «A vosotros no os toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad, sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.»
Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos.
Estando ellos mirando fijamente al cielo mientras se iba, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo.»
Hechos de los Apóstoles 1, 6-11




http://iesvs.tripod.com/CRONOLOGIA.htm

sábado, 9 de agosto de 2008

PROFECÍAS SOBRE EL FIN DE LOS TIEMPOS




















PROFECÍAS DEL FIN DE LOS TIEMPOS






El sol se cambiará en tinieblas, y la luna en sangre, ante la venida del Día de Yahveh, grande y terrible. Y sucederá que todo el que invoque el nombre de Yahveh será salvo,


(Joel 3, 4-5; Hechos 2, 20-21; Apocalipsis 6, 12)





Luego, enseguida, después de la Tribulación de aquellos días, se oscurecerá el sol, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes del cielo se conmoverán.
Entonces aparecerá el estandarte del Hijo del Hombre en el cielo, y se golpearán el pecho todas las razas de la tierra, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y majestad grande.

Y enviará sus ángeles con resonante trompeta y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo del cielo hasta el otro.



(San Mateo 24, 29-31)



HARMAGEDÓN

El impacto de meteoros contra la Tierra como el que tendrá lugar durante el harmagedón es algo cotidiano. Miles de ellos caen a diario, aunque son tan minúsculos que pasan desapercibidos. Cada diez mil años aproximadamente cae alguno de tamaño considerable. Y la estadística anuncia que no está ya lejos la caída del próximo.

Os recuerdo que hace una década, un gigantesco meteoro de nombre Shoemaker-Levy impactó contra Júpiter. Se calcula que si ese astro impactase contra la Tierra habría causado mil millones de muertos. Y, todo esto, seguramente sucederá en el llamado por la Biblia Harmagedón, el fin del mundo.

Las escrituras lo anuncian: UNA ESTRELLA CAERÁ A TIERRA; EL SOL NO DARÁ SU LUZ; LA LUNA SE CUBRIRÁ DE SANGRE; LOS HOMBRES SE ASUSTARÁN DEL FUROR DE LAS OLAS... el Apocalipsis nos da más detalles: CAERÁN DEL CIELO PIEDRAS COMO DE A QUINTAL DE PESO; UNA ESTRELLA DE FUEGO IMPACTARÁ CONTRA EL SUELO Y DEL ABISMO SURGIRÁN LOS DIABLOS; TODOS, DESDE EL REY HASTA EL MENDIGO SE REFUGIARÁN EN LAS CUEVAS PORQUE EL DIA DE LA FURIA DE DIOS HA LLEGADO; HASTA LOS HOMBRES MÁS TEMPLADOS TEMBLARÁN... etc.

Todo esto ya sucedió en el pasado. Hace sesenta y cinco millones de años un meteoro de diez quilómetros impactó en el golfo de México a una velocidad de noventa mil quilómetros por hora.

Levantó olas tan brutales que alcanzaron los cinco Km de altura. Estas olas serian suficientes para atravesar de lado a lado la península Ibérica y llegar hasta la itálica. El impacto de la explosión equivalió a unos cien mil megatones y levantó una nube de polvo tan intensa que toda la tierra quedó a oscuras. Durante más de un milenio la luz del sol quedó apagada...

Y lo más curioso es que esto fue predicho por el hijo de un carpintero sin ningún tipo de preparación científica ni técnica, hace dos mil años, en una paupérrima provincia romana...





Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin.


San Mateo 24, 14






que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

1 Tesalonicenses 5, 3









Yo, vuestro Creador, soy vuestro Padre y os estoy llamando a Mi. Creed en Mis dolorosas Llamadas. ¿Continuará vuestra alma a ofrecer su amistad al rebelde, u os dignaréis a descender de vuestro trono y arrepentiros? La decisión es vuestra, y ya no resta mucho tiempo.
El Padre Eterno

(Mensajes de Vassula).








Apocalipsis 16

1 Y oí una fuerte voz que desde el Santuario decía a los siete Ángeles: «Id y derramad sobre la tierra las siete copas del furor de Dios.»

2 El primero fue y derramó su copa sobre la tierra; y sobrevino una úlcera maligna y perniciosa a los hombres que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen.

3 El segundo derramó su copa sobre el mar; y se convirtió en sangre como de muerto, y toda alma viviente murió en el mar.

4 El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre los manantiales de agua; y se convirtieron en sangre.

5 Y oí al Ángel de las aguas que decía: «Justo eres tú, "Aquel que es y que era", el Santo, pues has hecho así justicia:

6 porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas y tú les has dado a beber sangre; lo tienen merecido.»

7 Y oí al altar que decía: «Sí, Señor, Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos».

8 El cuarto derramó su copa sobre el sol; y le fue encomendado abrasar a los hombres con fuego,

9 y los hombres fueron abrasados con un calor abrasador. No obstante, blasfemaron del nombre de Dios que tiene poder sobre tales plagas, y no se arrepintieron dándole gloria.

10 El quinto derramó su copa sobre el trono de la Bestia; y quedó su reino en tinieblas y los hombres se mordían la lengua de dolor.

11 No obstante, blasfemaron del Dios del cielo por sus dolores y por sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.

12 El sexto derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y sus aguas se secaron para preparar el camino a los reyes del Oriente.

13 Y vi que de la boca del Dragón, de la boca de la Bestia y de la boca del falso profeta, salían tres espíritus inmundos como ranas.

14 Son espíritus de demonios, que realizan señales y van donde los reyes de todo el mundo para convocarlos a la gran batalla del Gran Día del Dios Todopoderoso.

15 (Mira que vengo como ladrón. Dichoso el que esté en vela y conserve sus vestidos, para no andar desnudo y que se vean sus vergüenzas).

16 Los convocaron en el lugar llamado en hebreo Harmaguedón.

17 El séptimo derramó su copa sobre el aire; entonces salió del Santuario una fuerte voz que decía: «Hecho está».

18 Se produjeron relámpagos, fragor, truenos y un violento terremoto, como no lo hubo desde que existen hombres sobre la tierra, un terremoto tan violento.

19 La Gran Ciudad se abrió en tres partes, y las ciudades de las naciones se desplomaron; y Dios se acordó de la Gran Babilonia para darle la copa del vino del furor de su cólera.

20 Entonces todas las islas huyeron, y las montañas desaparecieron.

21 Y un gran pedrisco, con piedras de casi un talento de peso, cayó del cielo sobre los hombres. No obstante, los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del pedrisco; porque fue ciertamente una plaga muy grande.





La venida del Hijo del Hombre

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.

Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.

De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,

y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.

Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.

Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.



San Mateo 24, 29-44







Entre las revelaciones que tuvo Santa Faustina Kowalska se encuentra la siguiente:

"Antes de venir como Juez, vendré primero como Rey de Misericordia. Precediendo el día de la justicia, HARÁ UNA SEÑAL EN EL CIELO dada a los hombres. Toda luz será apagada en el firmamento y en la Tierra. Entonces aparecerá venida del Cielo la señal de la Cruz, de cada una de mis llagas de las manos y de los pies saldrán luces que iluminarán la Tierra por un momento".

"Quiero a Polonia de una manera especial. Si es fiel y dócil a Mi voluntad, la elevaré en poder y santidad, y DE ELLA SALTARÁ LA CHISPA QUE PREPARARÁ AL MUNDO A MI ÚLTIMA VENIDA".

Parece que se refiere AL PAPA JUAN PABLO II (nacido en Polonia), lo que coincidiría con las profecías de la Virgen en las apariciones de Umbe y Garabandal, cuando decía que Juan Pablo II era el Papa previo al fin de los tiempos.





"Una enorme bola blanca o astro infernal se acerca atraído por las maldades del hombre; es una estrella del infierno que causará una terrible devastación..."

La Virgen María en las apariciones de Heede (1937-1940)
Holanda









El asteroide Eros orbitando en las proximidades de la Tierra.





El apocalipsis.

Algunas predicciones sobre el Harmagedón, el fin del mundo.





Tocó el segundo Ángel... Entonces fue arrojado al mar algo como una enorme montaña ardiendo, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.

Pereció la tercera parte de las criaturas del mar que tienen vida, y la tercera parte de las naves fue destruida.

Tocó el tercer Ángel... Entonces cayó del cielo una estrella grande, ardiendo como una antorcha.



(Apocalipsis 8, 8-10)








Santa Brígida de Suecia fue una de las más conocidas santas de la Edad Media. Fundó la Orden de las Religiosas de San Salvador. Refiriéndose a los Últimos Tiempos, dice:

"40 años antes del año 2000, el demonio será dejado suelto por un tiempo. Una señal de los eventos que marcarán el fin de los tiempos, continúa Santa Brígida, será:

Los sacerdotes dejarán de usar hábito santo y se vestirán como personas comunes; las mujeres se vestirán como los hombres y los hombres como las mujeres."






"Yo he decidido apresurar Mi regreso, no esperaré demasiado tiempo para regresar a vosotros. E incluso aunque muchos están rechazando creer en esto, creerán cuando ello ocurra, pero entonces su corazón no estará preparado para recibirme. Mi regreso es inminente…"

(Mensaje del Sagrado Corazón a Vassula el 31 de marzo de 1995)







Este es el mensaje comunicado a Luz Amparo Cuevas en Prado Nuevo de El Escorial, un pueblo de los alrededores de Madrid, en España, durante un éxtasis en 11 febrero de 1982.



No saben el castigo que se les avecina. El castigo está cerca; consistirá, hija mía, en que los astros chocarán sobre la tierra... El astro Eros, hará iluminación sobre toda la humanidad; será horrible, hija mía, parecerá que el mundo está en llamas; solo será unos segundos; muchos de los humanos quisieran estar muertos en ese momento. Hasta los justos lo verán, pero no les afectará absolutamente en nada. También muchos humanos morirán de esa gran impresión, será como lluvia de fuego; temblará toda la tierra, hija mía, será horrible.

El Escorial 01 - 10 - 1.983.

La Santísima Virgen:

... " Hijos míos, hijos míos, no cerréis vuestros oídos; el fin de los tiempos se aproxima, el globo terrestre, hijos míos, está cambiando de estaciones, los astros perderán, hijos míos, perderán sus movimientos; la luna dará una tenue luz roja. Hijos míos, cuando esto suceda, estad preparados, porque está próximo el fin de los tiempos."

14 de enero de 1983

Amparo en su casa, "durante los tres días de tinieblas, cada uno volverá a ver toda su vida. El mundo se verá envuelto en llamas. El castigo no será evitado más que por la oración y el sacrificio, Dios Padre dará más ocasiones a fin de que un mayor número de almas se salven".

29 de enero de 1983:

"Un castigo muy grande se aproxima, como jamás ha visto la humanidad. Grandes nubes de humo y de fuego destruirán lo que los hombres han construído. Habrá grandes terremotos, fuertes hurracanes, grandes sequías. ¡Será horrible!... Que al menos un tercio de la humanidad se salve".

3 de septiembre 1983

La Santísima Virgen: "El castigo será más grande en los lugares en los que hay más pecado. París, hija mía, será envuelta en llamas. Aún tenéis tiempo para arrepentiros. Comprended que las riquezas no os servirán más que para condenaros".

16 y 22 de octubre 1983 :

confesión, oraciones, sacrificios. Amparo advierte que, según la Virgen, en el momento del aviso, los no-creyentes pensarán que eso no tiene mayor importancia y que se trata de un fenómeno astronómico.

Escorial 18/12/81

El castigo está muy cerca. De qué forma se van a purificar el mundo y Mi Iglesia?... Dios Padre va a enviar dos castigos muy grandes. Uno en forma de guerra, revoluciones y peligros revolucionarios. Y el otro enviado por el Cielo, vendrá sobre la tierra una oscuridad intensa que durará tres días y tres noches. Nada será visible. El aire se tornará pestilente y nocivo y durante los tres días de tinieblas la luz artificial será imposible, sólo las velas benditas arderán durante esos días de tinieblas. Los fieles deberán permanecer en sus casas y rezar el Santo Rosario y pedir a Dios misericordia.

Todos los enemigos de la Iglesia, visibles y desconocidos, perecerán en toda la Tierra durante esa oscuridad universal, con excepción de algunos que se conviertan.

Cuando esto acontezca, San Pedro y San Pablo intervendrán para escoger un nuevo Papa. Mira, se verá la tierra envuelta en llamas, caerán muchos edificios en la tierra y el cielo parecerá que está agonizando. Millones de hombres morirán por el hierro; unos en guerra, otros en lucha, otros millones perecerán de muerte imprevista. Esto acontecerá cuando parezca que la iglesia perdió los medios humanos de hacer frente a la persecución.

Por eso vendré, mandado por Mi Padre del Cielo, haré un acto de justicia y de misericordia para con los justos. Ordenaré a mis ángeles que todos Mis enemigos sean muertos de repente, los perseguidores de la Iglesia de Cristo y todos los hombres dados al pecado morirán. La Tierra quedará como un desierto.

Entonces será la paz y la reconciliación entre Dios y los hombres. Yo seré servido, adorado y glorificado; la caridad brillará por todas partes; los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Iglesia. El Evangelio será predicado en todas partes y los hombres vivirán en el temor de Dios. Mi Santa Iglesia será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa, imitadora de las virtudes de Jesucristo."

6 de Agosto de 1983

La Santísima Virgen:


"Dios Padre envió a sus Ángeles a Sodoma y Gomorra para advertirles de todos sus pecados de impureza y de toda otra clase de vicios... Pero como ellos no les hicieron ningún caso, Él los destruyó por medio de nubes de fuego. Lo mismo va a suceder aquí hija mía...




Mensajes de El Escorial














Hace setecientos años, San Malaquías de Armagh (1094-1148), el abad de un gran monasterio de Irlanda, escribió una profecía que envió como regalo al rey de Francia. En esta lista profética, dió un nombre críptico a cada uno de los papas que reinarían en la Iglesia Católica desde su tiempo hasta el fin del mundo. Se trata de breves nombres en los que se describen las circunstancias en las que reinaría cada uno de los papas futuros.

Tras el papa Juan Pablo II sólo restan dos papas más. El papa anterior a Juan Pablo II, Juan Pablo I, fue llamado: "Mediate Lunae" o "Del término de la luna." Y él reinó exactamente 33 días: ¡Justo lo que dura un ciclo lunar! El nombre dado al papa Juan Pablo II en la lista de San Malaquías fue el de: "Laboris Solis" o "El trabajo del sol." Esto parece referirse a los contínuos viajes alrededor del mundo del "papa viajero", el cual, procedente del Este, como el Sol, viajó infatigablemente por todo el mundo extendiendo la Palabra (Luz) "de sol a sol".

El papa Benedicto XVI, es denominado: "Gloriae Olivae" o "La Gloria del Olivo", lo que parece referirse a un gran período de paz en el mundo.

El último papa de la lista de San Malaquías es denominado: "Petrus Romanus" (Pedro el Romano). San Malaquías sólo escribió un comentario sobre este último papa "En la última persecución de la Santa Iglesia Romana estará sentado (en el solio de Pedro) Pedro Romano, que apacentará a sus ovejas en medio de múltiples tribulaciones: las cuales transcurridas, la ciudad de las siete colinas destruída, el Juez Poderoso juzgará a su pueblo. Fin."





Profecía de San Malaquías












- Yo Soy. Vassula mía, la perseverancia debilita al demonio, disminuye el mal. Aprendan el Santo Rosario. Embellece Mi Iglesia.



Vassula de Mi Sagrado Corazón, tú Me has oído susurrar en tu oído. Yo quiero mostrarte en Timoteo 1 y 2, todo lo que ha sido predicho para los últimos días de tu era. Mi Creación se ha degenerado y ha caído más bajo que los Sodomitas. Las Tinieblas han caído sobre ella como un velo mortal enviado por Satanás. Satanás ha enviado a muchos falsos maestros y falsos profetas, que se presentan hoy en día como filósofos, enseñando dogmas que no proceden de Mí, tu Señor. Mis hijos, cegados por su ignorancia, caen en estas trampas tendidas por Satanás.



Deseo que estos pasajes de Timoteo se lean públicamente como advertencia:

1 Timoteo 4, 1-16; y 6, 20-21 y 2 Timoteo 2, 14-26 -- estas profecías fueron especialmente dichas para tus tiempos. Luego en 2 Timoteo 3, 1-17, el pasaje predice el estado de tu era, tal como se encuentra en la actualidad, porque estos son los últimos días antes del Fin de los Tiempos. Solemnemente, les pido a todos, que redoblen sus oraciones para Mi "Retorno". Mi Sagrado Corazón está abierto a toda alma que se arrepienta y quiera volver a Mí.




El Señor





Mensajes de Vassula, 02/06/1988














El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe entregándose a espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas,

por la hipocresía de embaucadores que tienen marcada a fuego su propia conciencia;

éstos prohíben el matrimonio y el uso de alimentos que Dios creó para que fueran comidos con acción de gracias por los creyentes y por los que han conocido la verdad.

Porque todo lo que Dios ha creado es bueno y no se ha de rechazar ningún alimento que se coma con acción de gracias;

pues queda santificado por la Palabra de Dios y por la oración.

Si tú enseñas estas cosas a los hermanos, serás un buen ministro de Cristo Jesús, alimentado con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido fielmente.

Rechaza, en cambio, las fábulas profanas y los cuentos de viejas. Ejercítate en la piedad.

Los ejercicios corporales sirven para poco; en cambio la piedad es provechosa para todo, pues tiene la promesa de la vida, de la presente y de la futura.

Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación:

Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, principalmente de los creyentes.

Predica y enseña estas cosas.

Que nadie menosprecie tu juventud. Procura, en cambio, ser para los creyentes modelo en la palabra, en el comportamiento, en la caridad, en la fe, en la pureza.

Hasta que yo llegue, dedícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza.

No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros.

Ocúpate en estas cosas; vive entregado a ellas para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.

Vela por ti mismo y por la enseñanza; persevera en estas disposiciones, pues obrando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.





1 Timoteo 4, 1-16









Timoteo, guarda el depósito. Evita las palabrerías profanas, y también las objeciones de la falsa ciencia; algunos que la profesaban se han apartado de la fe. La gracia sea con vosotros.


1 Timoteo 6, 20-21








Esto has de enseñar; y conjura en presencia de Dios que se eviten las discusiones de palabras, que no sirven para nada, si no es para perdición de los que las oyen.

Procura cuidadosamente presentarte ante Dios como hombre probado, como obrero que no tiene por qué avergonzarse, como fiel distribuidor de la Palabra de la verdad.

Evita las palabrerías profanas, pues los que a ellas se dan crecerán cada vez más en impiedad,

y su palabra irá cundiendo como gangrena. Himeneo y Fileto son de éstos:

se han desviado de la verdad al afirmar que la resurrección ya ha sucedido; y pervierten la fe de algunos.

Sin embargo el sólido fundamento puesto por Dios se mantiene firme, marcado con este sello: = El Señor conoce a los que son suyos; = y: Apártese de la iniquidad todo el que = pronuncia el nombre del Señor. =

En una casa grande no hay solamente utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos nobles y otros para usos viles.

Si, pues, alguno se mantiene limpio de estas faltas, será un utensilio para uso noble, santificado y útil para su Dueño, dispuesto para toda obra buena.

Huye de las pasiones juveniles. Vete al alcance de la justicia, de la fe, de la caridad, de la paz, en unión de los que invocan al Señor con corazón puro.

Evita las discusiones necias y estúpidas; tú sabes bien que engendran altercados.

Y a un siervo del Señor no le conviene altercar, sino ser amable, con todos, pronto a enseñar, sufrido,

y que corrija con mansedumbre a los adversarios, por si Dios les otorga la conversión que les haga conocer plenamente la verdad,

y volver al buen sentido, librándose de los lazos del Diablo que los tiene cautivos, rendidos a su voluntad.



2 Timoteo 2, 14-26










LOS HOMBRES DEL FIN DE LOS TIEMPOS



Ten presente que en los últimos días sobrevendrán momentos difíciles;

los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos,

desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien,

traidores, temerarios, infatuados, más amantes de los placeres que de Dios,

que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán su eficacia. Guárdate también de ellos.

A éstos pertenecen esos que se introducen en las casas y conquistan a mujerzuelas cargadas de pecados y agitadas por toda clase de pasiones,

que siempre están aprendiendo y no son capaces de llegar al pleno conocimiento de la verdad.

Del mismo modo que Jannés y Jambrés se enfrentaron a Moisés, así también estos se oponen a la verdad; son hombres de mente corrompida, descalificados en la fe.

Pero no progresarán más, porque su insensatez quedará patente a todos, como sucedió con la de aquéllos.

Tú, en cambio, me has seguido asiduamente en mis enseñanzas, conducta, planes, fe, paciencia, caridad, constancia,

en mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en Iconio, en Listra. ¡Qué persecuciones hube de sufrir! Y de todas me libró el Señor.

Y todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones.

En cambio los malos y embaucadores irán de mal en peor, serán seductores y a la vez seducidos.

Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste,

y que desde niño conoces las Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.

Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia;

así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena.





2 Timoteo 3, 1-17












Asteroide EROS
Dimensiones: 34 kilómetros de largo, 13 de ancho.

Composición: Roca sólida.

Velocidad en caso de impacto contra la Tierra: 27000 kilómetros/hora.




Jesucristo se apareció a menudo durante los años 1921-22-23 a la hermana Josefa Menéndez -monja de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús. En estas páginas, Cristo nos suplica que salvemos nuestras almas encontrando Su amor antes de "LOS CERCANOS ÚLTIMOS DÍAS DEL MUNDO".


Mensajes de Jesucristo a Sor Josefa Menéndez (1890-1923) publicados en el libro El Camino del Amor Divino.





Profecía de San Nilo, escrita en el síglo V. El santo, amigo y discípulo de San Juan Crisóstomo, fue superior de un monasterio de Ancira, en Galacia.



"Los pastores cristianos obispos y padres, serán hombres frívolos, completamente incapaces de distinguir entre el camino de la derecha y la izquierda. En ese tiempo, las leyes morales y las tradiciones de los cristianos y de la Iglesia cambiarán. ¡Las personas ya no practicarán la modestia y reinará la disipación!... ¡La mentira y la avaricia alcanzarán grandes proporciones e infelices de aquellos que amontonasen riquezas! La lujuria, el adulterio, la homosexualidad, los actos ocultos y el asesinato serán la regla de la sociedad. Todo esto se deberá al hecho de que el anticristo quiere ser el señor de todas las cosas y convertirse en el maestro del universo. Realizará milagros y señales inexplicables. Dará tambien al hombre una sabiduría capaz de descubrir un modo por el cual una persona pueda tener una conversación con otra de un rincón a otro de la Tierra. (Nótese que en el siglo V se ignoraba el teléfono, la radio, la televisión y la internet). En ese tiempo los hombres volarán por los aires como aves y descenderán al seno del océano como peces". (En el siglo V se desconocía el avión y el submarino).








El juicio de Dios sobre la tierra



He aquí que Yahveh estraga la tierra, la despuebla, trastorna su superficie y dispersa a los habitantes de ella:

al pueblo como al sacerdote; al siervo como al señor; a la criada como a su señora; al que compra como al que vende; al que presta como al prestatario; al acreedor como a su deudor.

Devastada será la tierra y del todo saqueada, porque así ha hablado Yahveh.

En duelo se marchitó la tierra, se amustia, se marchita el orbe, el cielo con la tierra se marchita.

La tierra ha sido profanada bajo sus habitantes, pues traspasaron las leyes, violaron el precepto, rompieron la alianza eterna.

Por eso una maldición ha devorado la tierra, y tienen la culpa los que habitan en ella Por eso han sido consumidos los habitantes de la tierra, y quedan pocos del linaje humano.

El mosto estaba triste, la viña mustia: se trocaron en suspiros todas las alegrías del corazón.

Cesó el alborozo de los tímpanos, suspendióse el estrépito de los alegres, cesó el alborozo del arpa.

No beben vino cantando: amarga el licor a sus bebedores.

Ha quedado la villa vacía, ha sido cerrada toda casa, y no se puede entrar.

Se lamentan en las calles por el vino Desapareció toda alegría, emigró el alborozo de la tierra.

Ha quedado en la ciudad soledad, y de desolación está herida la puerta.

Porque en medio de la tierra, en mitad de los pueblos, pasa como en el vareo del olivo, como en los rebuscos cuando acaba la vendimia.

Ellos levantan su voz y lanzan hurras; la majestad de Yahveh aclaman desde el mar.

Por eso, en Oriente glorificad a Yahveh, en las islas del mar el nombre de Yahveh, Dios de Israel.

Desde el confín de la tierra cánticos hemos oído: «¡Gloria al justo!» Y digo: «¡Menguado de mí, menguado de mí! ¡Ay de mí, y de estos malvados que hacen maldad, los malvados que han consumado la maldad!»

¡Pánico, hoya y trampa contra ti, morador de la tierra!

Sucederá que el que escape del pánico, caerá en la hoya, y el que suba de la hoya, será preso en la trampa Porque las esclusas de lo alto han sido abiertas, y se estremecen los cimientos de la tierra,

Estalla, estalla la tierra, se hace pedazos la tierra, sacudida se bambolea la tierra,

vacila, vacila la tierra como un beodo, se balancea como una cabaña; pesa sobre ella su rebeldía, cae, y no volverá a levantarse.

Aquel día castigará Yahveh al ejército de lo alto en lo alto y a los reyes de la tierra en la tierra;

serán amontonados en montón los prisioneros en el pozo, serán encerrados en la cárcel y al cabo de muchos días serán visitados.

Se afrentará la luna llena, se avergonzará el pleno sol, cuando reine Yahveh Sebaot en el monte Sión y en Jerusalén, y esté la Gloria en presencia de sus ancianos.





Isaías 24









LA GRAN TRIBULACIÓN


Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.»

Entonces les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino.

Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo.





y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles.

«Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas,

muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas.

Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria.

Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.»





San Lucas 21, 9-11 y 24-28















Vosotros, pues, estad sobre aviso; mirad que os lo he predicho todo.

«Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor,

las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas.

Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria;

entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.




San Marcos 13, 23-27













El séptimo derramó su copa sobre el aire; entonces salió del Santuario una fuerte voz que decía: «Hecho está».

Se produjeron relámpagos, fragor, truenos y un violento terremoto, como no lo hubo desde que existen hombres sobre la tierra, un terremoto tan violento.

La Gran Ciudad se abrió en tres partes, y las ciudades de las naciones se desplomaron; y Dios se acordó de la Gran Babilonia para darle la copa del vino del furor de su cólera.

Entonces todas las islas huyeron, y las montañas desaparecieron.

Y un gran pedrisco, con piedras de casi un talento de peso, cayó del cielo sobre los hombres. No obstante, los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del pedrisco; porque fue ciertamente una plaga muy grande.





Apocalipsis 16, 17-21












La Santísima Virgen María a Melania:

Melanie, lo que voy a decirte ahora no será siempre un secreto; puedes hacerlo público en 1858.



Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, los sacerdotes, por sus vidas malvadas, por sus irreverencias y su impiedad en la celebración de los santos misterios, por su amor al dinero, su amor a los honores y los placeres, los sacerdotes se han convertido en cloacas de impureza. Sí, los sacerdotes están pidiendo venganza, y la venganza está suspendida sobre sobre sus cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y de las personas consagradas a Dios, que por sus infidelidades y su vida malvada están crucificando de nuevo a mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al Cielo y piden venganza, y he aquí que la venganza está a sus puertas, pues no queda nadie para implorar misericordia y perdón para la gente; no hay más almas generosas, no queda nadie digno de ofrecer la Víctima sin mancha al Eterno por el bien del mundo.



Dios sobrevendrá de un modo sin precedentes. ¡Ay de los habitantes de la tierra! Dios derramará Su ira sobre ellos, y nadie podrá escapar a tantas aflicciones juntas. Los jefes, los guías del pueblo de Dios han desdeñado la oración y la penitencia, y el demonio les ha ofuscado la inteligencia; se han transformado en estrellas errantes que el viejo diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer. Dios permitirá a la vieja serpiente sembrar la división entre los reinantes, en todas las sociedades y en todas las familias, donde se padecerán males físicos y morales: Dios abandonará a los hombres a sí mismos y enviará castigos que se sucederán durante más de 35 años.



La sociedad está en vísperas de los más terribles y más grandes acontecimientos; debe aguardar ser gobernada por una barra de hierro y beber el cáliz de la cólera de Dios. Que el Vicario de mi Hijo, el Soberano Pontífice Pío IX, no salga más de Roma después del año 1859; pero que sea firme y generoso, que luche con las armas de la fe y del amor, Yo estaré con él. Que esté en guardia contra Napoleón. Tiene dos caras, y cuando quiera ser a la vez Papa y Emperador, Dios pronto se apartará de él; es el águila que, queriendo siempre elevarse, caerá sobre la espada de la que deseaba valerse para forzar a la gente a hacerle ascender.



Italia será castigada por su ambición de sacudirse del yugo del Señor de los Señores; así, será abandonada a luchar una guerra; la sangre fluirá por todas partes; las iglesias serán cerradas o profanadas. Se dará caza a los sacerdotes y a los religiosos; se les hará morir, y morir de una muerte cruel. Algunos abandonarán la fe, y será grande el número de sacerdotes y de religiosos que se apartarán de la verdadera religión; entre esas personas habrá incluso obispos.



Que el Papa esté en guardia contra los hacedores de milagros, porque ha llegado el tiempo en que los prodigios más asombrosos tendrán lugar sobre la tierra y en los aires.



En el año 1864, Lucifer junto con un gran número de demonios serán desatados desde el infierno; poco a poco abolirán la fe, incluso para las personas consagradas a Dios; los cegarán de tal manera que, salvo el caso de una gracia particular, esas personas tomarán el espíritu de los ángeles malignos; algunas casas religiosas perderán totalmente la fe y perderán muchas almas.



Los malos libros abundarán sobre la tierra y los espíritus de las tinieblas difundirán por todas partes un relajamiento universal para todo lo que se relacione con el servicio de Dios; éstos adquirirán un enorme poder sobre la naturaleza; habrá iglesias construidas para servir a esos espíritus. Algunas personas serán transportadas de un lugar a otro por esos espíritus malignos, incluso sacerdotes, porque ellos no habrán sido guiados por el buen espíritu del Evangelio, que es espíritu de humildad, caridad y celo por la gloria de Dios. Se hará resucitar a muertos y a justos. (es decir, que esos muertos tomarán la imagen de las almas justas que habían vivido sobre la Tierra, con el fin de seducir mejor a los hombres; esos presuntos muertos resucitados, que no serán otra cosa que el demonio adquiriendo sus apariencias, predicarán otro evengelio contrario al del verdadero Jesucristo, negando la existencia del Cielo, o sea las almas de los condenados. Todas esas almas parecerán como unidas a sus cuerpos)



Habrá en todas partes prodigios extraordinarios, porque la verdadera fe se ha extinguido y la falsa luz ilumina el mundo.

¡Ay de los príncipes de la Iglesia que sólo se ocupan de acumular riquezas sobre riquezas, de salvaguardar su autoridad y de dominar con orgullo!



El Vicario de mi Hijo tendrá mucho que sufrir, porque durante un tiempo la Iglesia será víctima de grandes persecuciones; será ese el tiempo de las tinieblas; la Iglesia pasará por una horrorosa crisis. La Santa Fe de Dios será olvidada, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. Los poderes civiles y eclesiásticos serán abolidos, todo orden y toda justicia serán pisoteados; no se verán más que homicidios, odio, envidia, mentira y discordia, sin amor por la patria ni por la familia.



El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él hasta el fin, para recibir su sacrificio. Los malvados atentarán varias veces contra su vida sin poder hacerle daño y acortar sus días; pero ni él ni su sucesor, que no reinará largo tiempo, verán el triunfo de la Iglesia de Dios.



Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo designio, que será el de abolir y hacer desaparecer todo principio religioso, para dar lugar al materialismo, al ateísmo, al espiritismo y a toda clase de vicios. En el año 1865 se verá la abominación en los lugares santos; en los conventos, las flores de la Iglesia se pudrirán y el demonio se erigirá en rey de los corazones. Que los que se hallan a la cabeza de las comunidades religiosas presten atención a las personas que deben recibir, porque el demonio empleará toda su malicia para introducir en las órdenes religiosas a personas entregadas al pecado, porque los desórdenes y la pasión por los placeres carnales serán difundidos por toda la tierra.



Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra; la sangre correrá por las calles; los franceses lucharrán contra franceses, italianos contra italianos; a continuación habrá una guerra general que será espantosa. Durante un tiempo Dios no se acordará de Francia e Italia, porque el Evangelio de Jesucristo será ignorado. Los malvados desplegarán toda su malicia; los hombres se matarán y se masacrarán unos a otros incluso en sus casas. Al primer golpe de Su espada fulminate, las montañas y la tierra entera temblarán de pavor, por los desordenes y los crimenes de los hombres que perforan la bóveda de los cielos. París será quemada y Marsella sepultada; algunas grandes ciudades serán agitadas y sepultadas por terremotos; la gente creerá que todo está perdido; no se verá mas que homicidios, no se oirá más que ruido de armas y blasfemias.



Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, su penitencia y sus lágrimas ascenderán hasta el Cielo, y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia, y buscará mi ayuda y mi intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de Su justicia y de Su gran misericordia por los justos, ordenará a sus ángeles que den muerte a todos sus enemigos. De pronto, los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los hombres entregados al pecado perecerán y la tierra se hará como un desierto.



Entonces se hará la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado; en todas partes florecerá la caridad. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia, que será fuerte, humilde, piadosa, pobre, solícita e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado en todas partes y los hombres harán grandes progresos en la fé, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo y porque los hombres vivirán en el temor de Dios.



Esta paz entre los hombres no será muy larga; veinticinco años de abundantes cosechas les harán olvidar que los pecados de los hombres son la causa de todas las penas que caen sobre la tierra. Un precursor del Anticristo, con sus tropas de varias naciones, combatirá contra el verdadero Cristo, el único Salvador del mundo; derramará mucha sangre y querrá destruir el culto de Dios para hacerse contemplar como un Dios. La tierra será azotada por toda clase de plagas (aparte de la peste y el hambre, que serán generales); habrá guerras, hasta la definitiva, que será hecha entonces por los 10 reyes del anticristo, los cuales tendrán un mismo propósito y serán los únicos que gobernarán el mundo.



Antes de que esto ocurra, habrá una especie de falsa paz en el mundo; la gente no pensará más que en diversiones; los malvados se entregarán a toda suerte de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la fe, mis verdaderos imitadores, crecerán en el amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas. ¡Dichosas las almas humildes conducidas por el Espíritu Santo! Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud de la Edad.



La naturaleza clama venganza contra los hombres, y se estremece de espanto a la espera de lo que debe ocurrir en la tierra asolada de crímenes. Temblad, tierra, y vosotros, que hacéis profesión de servir a Jesucristo y que por dentro os adoráis a vosotros mismos; temblad, pues el Señor va a entregaros en manos de su enemigo; porque los lugares santos están bajo la corrupción; muchos conventos ya no son la casa de Dios, sino establos de Asmodeo y de los suyos.



Será durante este tiempo cuando nacerá el Anticristo, de una religiosa hebrea, de una falsa virgen que tendrá comunicación con la vieja serpiente, el maestro de la impureza; su padre será obispo. Al nacer, vomitará blasfemias, tendrá dientes; en una palabra, será el diablo encarnado; proferirá gritos espantosos, hará prodigios, no se alimentará mas que de impurezas. Tendrá hermanos que, aunque sin ser demonios encarnados como él, serán hijos del mal; a los doce años se harán destacar por sus brillantes victorias que les serán reportadas; pronto, serán llevados a la cabeza de los ejércitos, asistidos por legiones del infierno.



Las estaciones serán cambiadas, la tierra no producirá mas que malos frutos, los astros perderán sus movimientos regulares, la luna no reflejará mas que una débil luz roja; el agua y el fuego darán al globo terráqueo movimientos convulsivos y horribles terremotos que harán engullir montañas, valles, etc... Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo.



Los demonios del aire junto con el Anticristo harán grandes prodigios sobre la tierra y en los aires, y los hombres se pervertirán más y más. Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres de buena voluntad; el Evangelio será predicado por todas partes; todos los pueblos y todas las naciones tendrán conocimiento de la Verdad.



Yo dirijo una llamada urgente a la tierra; llamo a los verdaderos discípulos del Dios vivo y reinante en los Cielos; llamo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre, el único y verdadero Salvador de los hombres; llamo a mis hijos, mis verdaderos devotos, a los que se han dado a Mí para que Yo los lleve a mi divino Hijo, a los que llevo, por así decir, en mis brazos, a los que han vivido de acuerdo con Mi Espíritu.



En fin, llamo a los apóstoles de los últimos tiempos, a los fieles discípulos de Jesucristo, a los que han vivido con desprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y en la humildad, en el desdén y en el silencio, en la oración y en la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento y desconocidos del mundo. Es tiempo ya que ellos salgan y vengan a iluminar la tierra; id y mostraos como mis amados hijos; yo estoy con vosotros y en vosotros, siempre la fe sea la luz que os ilumine los días de infortunio. Que vuestro celo os haga como hambrientos de la gloria y el honor de Jesucristo. Combatid, hijos de la luz, vosotros, los pocos que pueden ver, porque he aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los fines.



La Iglesia será eclipsada, el mundo estará consternado. Pero ahí estarán Enoc y Elías llenos del Espíritu Santo; ellos predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas; ellos harán grandes progresos por la virtud del Espíritu Santo y condenarán los errores diabólicos del anticristo.



¡Desdichados los habitantes de la Tierra! Habrá guerras sangrientas y miserias, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias y tempestades espantosas; truenos que sacudirán las ciudades; terremotos que sepultarán países; se escucharán voces en los aires; los hombres golpearán sus cabezas contra las murallas; invocarán la muerte y ésta, por su parte, será su tormento; la sangre correrá por todas partes.



¿Quién podrá vencer si Dios no abrevia el tiempo de la prueba? Dios terminará por acceder ante la sangre, las lágrimas y las súplicas de los justos; Enoc y Elías serán condenados a muerte; Roma pagana desaparecerá; el fuego del Cielo caerá y consumirá tres ciudades; todo el universo será presa del terror, y muchos se dejarán seducir porque no habrán adorado al verdadero Cristo que vive entre ellos. Este es el momento: el sol se oscurece; solamente la fe subsistirá.



Ha llegado la hora; el abismo se abre. He aquí el rey de los reyes de las tinieblas. He aquí la bestia con sus vasallos, diciéndose el salvador del mundo. Se remontará soberbio por los aires para llegar al cielo; será ahogado por el aliento de San Miguel Arcángel. Se precipitará y la tierra, que habrá estado 3 días en continuas convulsiones, abrirá su seno en llamas; será sumido para siempre, con los suyos, en los abismos eternos del infierno. Entonces, el agua y el fuego purificarán a la Tierra y consumirán todas las obras del orgullo del hombre, y todo será renovado: Dios será servido y glorificado.






Mensaje Secreto de La Saleta 1846-1879







PRIMER MENSAJE 18 de octubre de 1961 "Hay que visitar al Santísimo. Hay que hacer muchos sacrificios y mucha penitencia. Pero antes tenemos que ser buenos. Si no lo hacemos vendrá un castigo. Ya se está llenando la Copa. Y si no cambiamos nos vendrá un castigo muy grande".

SEGUNDO MENSAJE 18 de Junio de 1965 El segundo y último mensaje, lo dió el Arcangel San Miguel en nombre de la Santísima Virgen, y dice así: "Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi mensaje del 18 de octubre, os diré que éste es el último. Antes la Copa se estaba llenando, ahora está rebosando. Los Sacerdotes, Obispos y Cardenales van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se da menos importancia. Debemos evitar la ira de Dios con nuestros esfuerzos. Si pedis perdón con vuestras almas sinceras, Él os perdonará. Yo vuestra Madre, por intercesión del Arcangel San Miguel, os quiero decir que estais en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente, y nosotros os lo daremos. Debeis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús."

EL AVISO Se verá en el cielo desde todo el mundo, e inmediatamente será transmitido al interior de nuestras almas. Será un fenómeno astronómico semejante a un choque de estrellas, con mucho desprendimiento de luz, y ruido ensordecedor, pero no se nos caerá encima. Será como el fuego, pero no quemará la carne, aunque se sentirá física e interiormente. Durará muy poco tiempo, pero sus efectos en el mundo serán grandes. No hay que temer la muerte, sino es por miedo, y en algún caso especial por la Misericordia de Dios. Cada uno verá en muy poco tiempo, como es su alma a la luz de la verdad de Dios, conocerá que El existe, y que ha estado presente en cada una de sus faltas. Será como un juicio en miniatuara. Dios espera, que con este acto de Su Misericordia enmendemos nuestros caminos y volvamos hacia El nuestras vidas. Los que ya conocen y aman a Dios, se acercarán más a El.

EL MILAGRO Será un Milagro muy grande, mayor que el de Fátima, tan grande y espectacular como el mundo necesita. Se producirá en un intervalo menor de un año a partir del Aviso. Conchita sabe la fecha exacta, y deberá avisar con 8 días de antelación. Será visible en Garabandal y desde los montes circundantes. Será un jueves a las ocho y media de la tarde (hora española), coincidiendo con la festividad de un Santo Mártir de la Eucaristía. Coincidirá con un acontecimiento de la Iglesia poco usual, que no ha tenido lugar durante la vida de Conchita.

Ocurrirá entre los meses de Marzo, Abril o Mayo, y entre los días 8 y 16 ambos inclusive, del mes y año que esté destinado. Durará entre diez minutos y un cuarto de hora. No será preciso que los videntes estén presentes durante el acontecimiento. Los enfermos que estén presentes serán curados y los incrédulos recobrarán la fe. El P. Pío y el Papa lo verán donde estén. No habrá la menor duda que el acontecimiento es obra de Dios para nuestra salvación. El Milagro es tan impresionante, que moriríamos de felicidad si no se nos concediese una gracia especial al verlo. Al Padre Luis Mª Andreu se le concedió la gracia de ver el Milagro, y murió a los pocas horas invadido de una inmensa felicidad.

Fruto del Gran Milagro, quedará una señal permanentemente visible en los Pinos de Garabandal hasta el fin del mundo.

EL CASTIGO Nos dice Conchita textualmente: "Este futuro Milagro tendrá lugar antes del castigo, y si el mundo cambia no habrá castigo". De suceder, perecerán las dos terceras partes de la humanidad, y la que se salve preferirá haber muerto antes de enfrentarse al panorama. De los supervivientes muchos se convertirán y se iniciará un periodo para la humanidad en que reine la paz y el amor. Si empezamos ya el periodo de paz y amor, no habrá castigo. Son los tiempos finales, no el fin del mundo.


Mensaje de Garabandal










Primer mensaje, Julio 6 1973



"Hija mía, mi novicia, tu me has obedecido bien en abandonarlo todo para seguirme. Es dolorosa la enfermedad de tus oídos? Tu sordera será sanada te lo aseguro. Ten paciencia. Esta es la última prueba. Te causa dolor la herida de tu mano? Reza en reparación de los pecados de los hombres. Cada persona en esta comunidad es mi hija irremplazable. Dices bien la oración de las siervas de la Eucaristía? Entonces recémosla juntas:

"Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, Yo consagro mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente Uno con tu corazón que esta siendo sacrificado en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, rogando por la venida de su Reino."



"Por favor recibe este humilde ofrecimiento de mi ser. Usame como Tu quieras para la Gloria del Padre y la salvación de las almas."



"Santísima Madre de Dios. Nunca me dejes estar separada de tu Divino Hijo. Por favor defiéndeme y protégeme como tu hija especial. Amen"

"Reza mucho por el Papa, los Obispos y los Sacerdotes."



Segundo mensaje en Agosto 3. 1973



"Hija mía, mi novicia, amas al Señor? Si tu amas al Señor escucha lo que te tengo que decir."

"Es muy importante. Tu se lo comunicarás a tu Superior."

"Muchos hombres en este mundo afligen al Señor. Yo deseo que las almas le consuelen para suavizar la ira del Padre Celestial. Yo deseo, con mi Hijo, almas quienes repararán con sus sufrimientos y pobreza por los pecadores y los ingratos."



"Para que el mundo se de cuenta de Su ira, el Padre Celestial se está preparando para infligir un castigo a toda la humanidad. Con mi Hijo, Yo he intervenido tantas veces para apaciguar la ira del Padre. Yo he prevenido la venida de calamidades ofreciéndole los sufrimientos del Hijo en la Cruz, Su Preciosa Sangre, y amadas almas que le consuelan y forman un ejército de almas víctimas. La oración, la penitencia y los sacrificios con coraje pueden apaciguar la ira del Padre.



Yo deseo esto también desde tu comunidad; que amen la pobreza, que se santifiquen y recen en reparación por la ingratitud y los ultrajes de tantos hombres. Reciten la oración de las Siervas de la Eucaristía con conciencia de su significado: pónganla en practica: ofrezcan (cualquier cosa que Dios les mande) en reparación de pecados. Que cada una se esfuerce de acuerdo a su capacidad y posición, de ofrecerse enteramente al Señor."



"Aún en un Instituto secular es necesaria la oración. Ya muchas almas quienes desean rezar están en el camino de ser recogidas. Sin ponerle mucha atención al formato, sean fieles y fervientes en la oración para consolar al Amo."



Tercero y último mensaje en Octubre 13, 1973:



"Si los hombres no se arrepienten y se mejoran a si mismos, el Padre infligirá un castigo terrible sobre toda la humanidad. Este será un castigo mas grande que el diluvio, tal como nunca se ha visto antes. Fuego descenderá del cielo y destruirá una gran parte de la humanidad, los buenos también como los malos, sin escoger sacerdotes o fieles.



Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiaran a los muertos. Las únicas armas que permanecerán para ustedes serán El Rosario y el Signo dejado por mi hijo. Cada uno recitará las oraciones del Rosario. Con el rosario recen por el Papa, los Obispos y los sacerdotes."



El trabajo del demonio se infiltrará aun dentro de la Iglesia en tal forma que uno verá cardenales oponiéndose a otros cardenales, obispos en contra de obispos. Los sacerdotes que me veneren serán ridiculizados y opuestos por otros sacerdotes. Las iglesias y los altares serán saqueados. La Iglesia estará llena de aquellos que aceptan compromisos y el demonio pondrá presión sobre muchos sacerdotes y almas consagradas para que dejen el servicio del Señor."



"El demonio será especialmente implacable en contra de las almas consagradas a Dios. El pensamiento de la perdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y en gravedad, ya no habrá perdón para ellos."



"Recen mucho las oraciones del Rosario. Yo sola todavía puedo salvarles de las calamidades que se acercan. Aquellos que ponen su confianza en mí serán salvados."

Mensajes de AKITA, Japón










APARICIONES DE KIBEHO, RUANDA 1981 - 1989


En el año 1981 varios jóvenes de una escuela del sur de Ruanda, en el África central, fueron escogidos para dirigir al mundo un terrible aviso sobre los acontecimientos que se avecinaban en ese pequeño país, y a toda la humanidad.

Por ello: "Hay que dejar de ir por dos caminos, es necesario seguir uno solo, el que lleva a Cristo".



El 28 de noviembre de 1981, a las 12,35 p.m., en Kibeho, Alphonsine Mumureke, de 17 años, oyó una voz que la llamaba: "¡Hija mía...!".



En el pasillo de la escuela, Alphonsine vió a una mujer joven: "Tenía un vestido blanco sin costuras y en la cabeza un velo también blanco. No sabría definir el color de su piel, pero era de una belleza incomparable. Tenía las manos juntas a la altura del pecho, con los dedos hacia el cielo".



Alphonsine preguntó: "¿Quién eres?". La respuesta fué: "Ndi Nyina Wa Jambo" Es decir: "Yo soy la Madre del Verbo"; y continuó:



"Vengo a tranquilizarte porque he escuchado tus oraciones. Querría que tus compañeras tuvieran fe porque no creen con suficiente fuerza".



La experiencia se repitió al día siguiente, domingo 29 de noviembre, y durante el mes de diciembre, cada sábado, siempre en el comedor o en el patio de la escuela. La Stma. Virgen invitó a la conversión, a la oración y al ayuno. La primera reacción de su entorno, profesores y alumnas, fué de escepticismo. Nadie la creía.



Sus compañeras afirmaban que la oían hablar en otros idiomas como francés, inglés, kinyarwanda; y otros que no conocían. Muchos la ridiculizaban. Pero poco después otras jóvenes afirmaron también haber tenido apariciones de la Santísima Virgen, incluso alguna que no creía en este tipo de fenómenos.



Alphonsine cuenta que la Stma. Virgen vino a Kibeho para preparar a la humanidad para la Segunda Venida de su Hijo:



- "El mundo está llegando a su fin. EL REGRESO DE JESÚS ESTÁ CERCANO... La Reina de los Ángeles viene a aconsejarnos que nos preparemos para la Venida de su Hijo. Tenemos que sufrir con Jesús, convertirnos, rezar mucho, sobre todo el Rosario; hacer penitencia; ser humildes, tener amor hacia el prójimo y ser apóstoles, para prepararnos para Su Venida." Las videntes vieron el Paraíso, el Purgarorio y el infierno.



El 15 de Agosto de 1982 les mostró una terrible profecía. En una visión que duró ocho horas, vieron imágenes aterradoras de personas matándose unas a otras, de cuerpos echados a los ríos... Cuerpos sin cabezas -decapitados-. Ellos lloraban y lloraban y los testigos alrededor de los videntes se quedaron con una impresión inolvidable de temor y de tristeza.

"Un árbol en llamas, un río de sangre, personas que se mataban entre sí, muchos cuerpos decapitados y abandonados; un enorme abismo, un monstruo."

Esta visión fue publicada en el libro La Hora Final (The Final Hour, Michael Brown, 1992, pg. 255.) dos años antes del genocidio ruandés.



Doce años después, entre 1994 y 1995, en un período de 4 meses murieron en Ruanda unas 800000 personas. La violencia entre las etnias hutu y tutsi se desató con una virulencia inaudita. Poblados enteros fueron brutalmente masacrados por sus vecinos con armas de fuego y con armas más primitivas, como machetes y otras armas blancas. Todo el planeta pudo ver por la televisión como infinidad de cadáveres se pudrían al sol, a la espera de ser enterrados por paleadoras mecánicas. Muchos otros fueron lanzados al río Kagera, convertido en un "río de sangre", y una gran cantidad de cuerpos flotaban en dirección al lago Victoria, de los cuales muchos estaban decapitados. Las visiones se cumplían con espantosa exactitud.



Inmediatamente después, esta violencia se propagó a los países vecinos: Burundi y Zaire, -actualmente Congo-, donde se inició una guerra civil con intervención de varios Estados limítrofes que provocó otros cuatro millones de muertos. Esta conflicto fue conocido como la "Guerra Mundial Africana" y se prolongó hasta el año 2008.

El 15 de agosto de 1988, el obispo de la diócesis de Butare, aprobó la devoción pública, mediante la dedicación del Santuario de Kibeho a "Nuestra Señora de los Dolores". Siendo estas apariciones aprobadas definitivamente por la Santa Sede, en junio del 2001.



Debemos considerar muy seriamente todo lo sucedido en Ruanda. La Santísima Virgen vino a este pequeño país a anunciar la inminencia de una terrible hecatombe; pero pocos la escucharon. Finalmente la profecía se cumplió con aterradora exactitud.


Nuestra Señora anunció también la inminencia del retorno de Su Hijo a la Tierra. Sabemos que cuando este evento tenga lugar, los pecadores serán erradicados del planeta. Nuestra Madre celestial nos pide conversión sincera, oración y un cambio de vida. ¿Vamos a escuchar sus palabras o esperaremos a que se repita -esta vez a escala global- la hecatombe de Ruanda?













El plan de Satanás es despojar a este mundo de su gente, aniquilaros a todos y engulliros a todos en las llamas. Eso es lo que desea hacer con todos vosotros, un gran holocausto...
La Virgen María en Prado Nuevo de El Escorial






..."Esta es la hora de Satanás, que tiene la infame intención de destruir Mi Creación. Grita, en voz alta, hija Mía, porque ese día está próximo y Satanás se apresta a devastar nación tras nación. Mi Corazón está despedazado...
¡OH! ¡CREACIÓN! ÉL OS ESTÁ PREPARANDO UN GRAN HOLOCAUSTO;

¡OH! ¡CUÁNTO GRITO DESDE MI CRUZ!

¡CRIATURAS, VOLVED A MÍ!

El Señor (Vassula).







EL REINADO DEL ANTICRISTO





Y vi = surgir del mar una Bestia = que tenía diez cuernos y siete cabezas, y en sus cuernos diez diademas, y en sus cabezas títulos blasfemos.

La Bestia que vi = se parecía a un leopardo, = con las patas como de oso, = y las fauces como fauces = de león =: y el Dragón le dio su poder y su trono y gran poderío.

Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó; entonces la tierra entera siguió maravillada a la Bestia.

Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia , y se postraron ante la Bestia diciendo: «¿Quién como la Bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?»

Le fue dada = una boca que profería grandezas = y blasfemias, y se le dio poder de actuar durante 42 meses;

y ella abrió su boca para blasfemar contra Dios: para blasfemar de su nombre y de su morada y de los que moran en el cielo.

Se le concedió = hacer la guerra a los santos y vencerlos; se le concedió poderío = sobre toda raza, pueblo, lengua y nación.

Y la adorarán todos los habitantes de la tierra cuyo nombre no está inscrito, desde la creación del mundo, en el libro de la vida del Cordero degollado.

El que tenga oídos, oiga.

«El que a la cárcel, a la cárcel ha de ir; el que ha de morir a espada, a espada ha de morir». = Aquí se requiere la paciencia y la fe de los santos.

Vi luego otra Bestia que surgía de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como una serpiente.

Ejerce todo el poder de la primera Bestia en servicio de ésta, haciendo que la tierra y sus habitantes adoren a la primera Bestia, cuya herida mortal había sido curada.

Realiza grandes señales, hasta hacer bajar ante la gente fuego del cielo a la tierra;

y seduce a los habitantes de la tierra con las señales que le ha sido concedido obrar al servicio de la Bestia, diciendo a los habitantes de la tierra que hagan una imagen en honor de la Bestia que, teniendo la herida de la espada, revivió.

Se le concedió infundir el aliento a la imagen de la Bestia, de suerte que pudiera incluso hablar la imagen de la Bestia y hacer que fueran exterminados = cuantos no adoraran la imagen de la Bestia. =

Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente,

y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre.

¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666.



Apocalipsis 13








El macho cabrío se hizo muy grande, pero cuando estaba en la plenitud de su poder, el gran cuerno se rompió y en su lugar despuntaron cuatro «magníficos» en la dirección de los cuatro vientos del cielo.

De uno de ellos salió un cuerno, pequeño, que creció mucho en dirección del sur, del oriente y de la Tierra del Esplendor.

Creció hasta el ejército del cielo, precipitó en tierra parte del ejército y de las estrellas, y las pisoteó con sus pies.

Llegó incluso hasta el Jefe del ejército, abolió el sacrificio perpetuo y sacudió el cimiento de su santuario

y al ejército; en el lugar del sacrificio puso la iniquidad y tiró por tierra la verdad; así obró y le acompañó el éxito.

Oí entonces a un santo que hablaba, y a otro santo que decía al que hablaba: «¿Hasta cuándo la visión: el sacrificio perpetuo, la iniquidad desoladora, el santuario y el ejército pisoteados?»

Le respondió: «Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas: después será reivindicado el santuario.»


Daniel 8, 8-14













«En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo. Será aquél un tiempo de angustia como no habrá habido hasta entonces otro desde que existen las naciones. En aquel tiempo se salvará tu pueblo: todos los que se encuentren inscritos en el Libro.

Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para la vida eterna, otros para el oprobio, para el horror eterno.

Los doctos brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a la multitud la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.

«Y tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del Fin. Muchos andarán errantes acá y allá, y la iniquidad aumentará.»

Yo, Daniel, miré y vi a otros dos que estaban de pie a una y otra parte del río.

Uno de ellos dijo al hombre vestido de lino que estaba sobre las aguas del río: «¿Cuándo será el cumplimiento de estas maravillas?»

Y oí al hombre vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, jurar, levantando al cielo la mano derecha y la izquierda, por Aquel que vive eternamente: «Un tiempo, tiempos y medio tiempo, y todas estas cosas se cumplirán cuando termine el quebrantamiento de la fuerza del Pueblo santo.»

Yo oí, pero no comprendí. Luego dije: «Señor mío, ¿cuál será la última de estas cosas?»

Dijo: «Anda, Daniel, porque estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del Fin.

Muchos serán lavados, blanqueados y purgados; los impíos seguirán haciendo el mal; ningún impío comprenderá nada; sólo los doctos comprenderán.

Contando desde el momento en que sea abolido el sacrificio perpetuo e instalada la abominación de la desolación: mil doscientos noventa días.

Dichoso aquel que sepa esperar y alcance mil trescientos treinta y cinco días.

Y tú, vete a descansar; te levantarás para recibir tu suerte al Fin de los días.»

Daniel 12






Entonces tomé la palabra y le dije: «¿Qué son esos dos olivos a derecha e izquierda del candelabro?»

(Añadí de nuevo y le dije: «¿Qué son las dos ramas de olivo que por los dos tubos de oro vierten de sí aceite dorado?»)

El me habló y dijo: «¿No sabes qué es esto?» Dije: «No, mi señor.»

Y él me dijo: «Estos son los dos Ungidos que están en pie junto al Señor de toda la tierra.»



Zacarías 4, 11-14






Luego me fue dada una caña de medir parecida a una vara, diciéndome: «Levántate y mide el Santuario de Dios y el altar, y a los que adoran en él.

El patio exterior del Santuario, déjalo aparte, no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, que pisotearán la Ciudad Santa 42 meses.

Pero haré que mis dos testigos profeticen durante 1260 días, cubiertos de sayal».

Ellos son = los dos olivos = y los dos candeleros = que están en pie delante del Señor de la tierra. =

Si alguien pretendiera hacerles mal, saldría fuego de su boca y devoraría a sus enemigos; si alguien pretendería hacerles mal, así tendría que morir.

Estos tienen poder de cerrar el cielo para que no llueva los días en que profeticen; tienen también poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y poder de herir la tierra con toda clase de plagas, todas las veces que quieran.

Pero cuando hayan terminado de dar testimonio, la Bestia que surja del Abismo = les hará la guerra, los vencerá = y los matará.

Y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto, allí donde también su Señor fue crucificado.

Y gentes de los pueblos, razas, lenguas y naciones, contemplarán sus cadáveres tres días y medio: no está permitido sepultar sus cadáveres.

Los habitantes de la tierra se alegran y se regocijan por causa de ellos, y se intercambian regalos, porque estos dos profetas habían atormentado a los habitantes de la tierra.

Pero, pasados los tres días y medio, = un aliento de vida = procedente de Dios = entró en ellos y se pusieron de pie, = y un gran espanto se apoderó de quienes los contemplaban.

Oí entonces una fuerte voz que les decía desde el cielo: «Subid acá.» Y subieron al cielo en la nube, a la vista de sus enemigos.

En aquella hora se produjo un violento terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y con el terremoto perecieron 7.000 personas. Los supervivientes, presa de espanto, dieron gloria al Dios del cielo.

El segundo ¡Ay! ha pasado. Mira que viene en seguida el tercero.

Tocó el séptimo Ángel... Entonces sonaron en el cielo fuertes voces que decían: «Ha llegado el reinado sobre el mundo de nuestro Señor y de su Cristo; y reinará por los siglos de los siglos.»

Y los veinticuatro Ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios, se postraron rostro en tierra y adoraron a Dios diciendo:

«Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, "Aquel que es y que era" porque has asumido tu inmenso poder para establecer tu reinado.

Las naciones se habían encolerizado; = pero ha llegado tu cólera y el tiempo de que los muertos sean juzgados, el tiempo de dar la recompensa a = tus siervos los profetas, = a los santos y = a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, = y de destruir a los que destruyen la tierra.»

Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo, y apareció el arca de su alianza en el Santuario, y se produjeron relámpagos, y fragor, y truenos, y temblor de tierra y fuerte granizada.




Apocalipsis 11









Estando luego sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él en privado sus discípulos, y le dijeron: «Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo.»

Jesús les respondió: «Mirad que no os engañe nadie.

Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy el Cristo", y engañarán a muchos.

Oiréis también hablar de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado, no os alarméis! Porque eso es necesario que suceda, pero no es todavía el fin.

Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá en diversos lugares hambre y terremotos.

Todo esto será el comienzo de los dolores de alumbramiento.

«Entonces os entregarán a la tortura y os matarán, y seréis odiados de todas las naciones por causa de mi nombre.

Muchos se escandalizarán entonces y se traicionarán y odiarán mutuamente.

Surgirán muchos falsos profetas, que engañarán a muchos.

Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de la mayoría se enfriará.

Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

«Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin.

«Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, anunciada por el profeta Daniel, erigida en el Lugar Santo (el que lea, que entienda),

entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes;

el que esté en el terrado, no baje a recoger las cosas de su casa;

y el que esté en el campo, no regrese en busca de su manto.

¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días!

Orad para que vuestra huida no suceda en invierno ni en día de sábado.

Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni volverá a haberla.

Y si aquellos días no se abreviasen, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos se abreviarán aquellos días.

«Entonces, si alguno os dice: "Mirad, el Cristo está aquí o allí, no lo creáis.

Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos.

¡Mirad que os lo he predicho!

«Así que si os dicen: "Está en el desierto", no salgáis; "Está en los aposentos", no lo creáis.

Porque como el relámpago sale por oriente y brilla hasta occidente, así será la venida del Hijo del hombre.




San Mateo 24, 3-27







"Un nuevo fuego bajará del cielo y purificará a toda la humanidad, que se está convirtiendo otra vez en pagana. Será como un juicio final en miniatura."

Nuestra Señora al Padre Gobbi.









El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel día, los cielos, con ruido ensordecedor, se desharán; los elementos, abrasados, se disolverán, y la tierra y cuanto ella encierra se consumirá.

Puesto que todas estas cosas han de disolverse así, ¿cómo conviene que seáis en vuestra santa conducta y en la piedad, esperando y acelerando la venida del Día de Dios, en el que los cielos, en llamas, se disolverán, y los elementos, abrasados, se fundirán?

Pero esperamos, según nos lo tiene prometido, nuevos cielos y nueva tierra, en lo que habite la justicia.

Por lo tanto, queridos, en espera de estos acontecimientos, esforzaos por ser hallados en paz ante él, sin mancilla y sin tacha.



2 San Pedro 3, 10-13.










2 Noviembre 1985

Hija mía, mira como los humanos no cambian (Amparo exclama: ¡Ah! Señor, el fuego, el fuego... tres, cuatro) Grandes columnas de fuego destruirán a la mayor parte de la humanidad; (AMPARO da signos de angustia a causa de lo que ve)

Mira esta columna: viene del este y va a destruir una gran parte de Europa. (Amparo vuelve a dar signos de angustia).

Esta otra columna, hija mía, va en dirección de Roma. (Amparo dice llorando: "¡Ay! ¡ay! el Vaticano) Una gran parte de Roma será destruída, hija mía, mira esta otra: Rusia, China (¡Ay, Ay!)

- ¿Y cuando tendrá lugar todo esto?

- Esta otra irá hacia Alemania.

El mundo será destruido por el fuego en varios lugares.





Mensajes de El Escorial







Pues he aquí que Yahveh en fuego viene y como torbellino son sus carros, para desfogar su cólera con ira y su amenaza con llamas de fuego.

Isaías 66, 15






MENSAJE DE JESÚS AL PADRE PÍO







"Yo volveré a este globo terrestre cargado de pecados, en una fría noche de invierno y con un ruido pavoroso de truenos. Los vientos abrasadores precederán a este fenómeno. La tierra temblará violentamente.





El fuego del Cielo bajará sobre masas de nubes encendidas... Los relámpagos reducirán a cenizas todo lo que estaba corrompido... El aire será envenenado por los gases y cargado de un humo ahogador que será extendido por todas partes a causa de los fuertes vientos. Los altos edificios construidos por el hombre con espíritu de orgullo, serán destruidos.





Entonces la humanidad verá que por encima de ella hay una Voluntad todopoderosa que reducirá a polvo sus planes insensatos de vana gloria. Por intermedio de un ángel exterminador, la Ira de Dios anonadará definitivamente las fuerzas impregnadas de sofismas y de blasfemias que se oponen al evangelio de Cristo.







¡Ay de vosotros, impíos, que os burláis de Mí con vuestras teorías falsas e hipócritas, inventadas por el Infierno! En cuanto a vosotros, discípulos fieles, ya os he avisado de no seguir a los falsos profetas y a los falsos cristos. ¡Soy Yo vuestro único Salvador! Cuando el Ángel de la muerte comience a cumplir su misión con la espada vengadora de la Justicia divina, que vuestra fe permanezca firme como la roca.





Tened confianza en Mí: Yo os protegeré. Yo os daré una señal para indicaros el comienzo de mis juicios:






En una fría noche de invierno, Yo haré retumbar el trueno que hará vibrar las montañas!!! Entonces, cerrad vuestras ventanas y no miréis hacia el exterior. No profanéis vuestros ojos con miradas curiosas hacia esos terribles acontecimientos... pues tres veces santa es la Ira de Dios que purificará la tierra por vosotros, rebaño fiel.





Colocaos bajo la protección de mi Madre. Cualquier cosa que veáis u oigáis, no desesperéis. Será como un preámbulo del infierno que no podrá dañaros. Pero entonces reuníos para rezar a los pies de la Cruz. Invocad a los Ángeles de la Guarda. Combatid con confianza en Mi Amor y no dudéis de vuestra salvación.Yo os libraré de todo peligro, si tenéis confianza en Mi Amor. Quedaos cerca a Mi Corazón y luchad por la salvación de las almas.





Ofreced vuestras pruebas, vuestras tentaciones, las vejaciones que os atormentan, todo por la salvación de los pobres pecadores y de los sacerdotes infieles que se dejan llevar por el error. Ellos siempre son muy queridos de Mi Corazón. Obtenedles la contrición perfecta en la hora de la muerte.





Perseverad durante una noche y un día en la oración: en la noche siguiente aparecerá el fin de estos terrores con la aurora de la mañana. El sol dará de nuevo su calor y su luz, que reemplazará al horror de las tinieblas. Entonces aceptaréis con gratitud la nueva vida que se os ofrecerá. Vosotros viviréis en la justicia y la sencillez, la paz y el amor, según Mi Voluntad. Consolad, animad, rezad y ofreced vuestros sacrificios para que una raza renovada venga a prosperar para alegría de vuestros corazones.





Y vosotras, almas consagradas, os ruego que os dediquéis a mi Voluntad, como víctimas para la salvación de vuestros hermanos. Ninguna aflicción os será ahorrada. Estad en guardia, resistid al mundo, pues los espíritus malignos tratarán de seduciros. Luchad con humildad y en silencio, daos sin miedo a la oración, a las buenas obras y a los sacrificios, con la convicción de cumplir con un deber muy sagrado.



Tened compasión de vuestros hermanos que están en el error. Crucificaos para aplacar al Cielo. Yo estoy dispuesto a obrar. La tierra va a temblar: será un JUICIO FINAL en miniatura! ... Pero no temáis: Yo estaré con vosotros. Para los que no estén en estado de gracia será terrible!!! Los Ángeles de la Justicia están ya colocados en todas las direcciones!!! Yo me manifestaré a todos los hombres y cada uno me reconocerá por su Dios: ¡¡YA ESTOY EN LA PUERTA!!



La tierra temblará. Los hombres gemirán... La obra del Espíritu Santo se consumará... Los pecadores empedernidos endurecen sus corazones... Rechazan Mi Misericordia y Mi Amor...





LA HUMANIDAD es peor que en tiempo del Diluvio. El mundo está envuelto en tinieblas... Se ahoga en el fango del pecado. Tengo ganas de exterminar a esta raza impía. Pero a causa de los justos, dejaré reinar Mi Misericordia. La Copa de Mi Cólera se va a derramar sobre la tierra... Pero poco después, el Ángel de la Paz planeará sobre ella... Mi Misericordia irá más allá que Mi Justicia!! No os durmáis como mis Apóstoles en el Jardín de los Olivos! Rezad sin cesar y echad mano de mis méritos para salvar al mundo.





Todos los que hayan sufrido durante este periodo serán mártires y constituirán la semilla de la nueva Iglesia... Participarán en Mi Pasión y en Mi Viacrucis. ¡Hijitos míos.. . Yo vendré muy pronto! Lo que está por llegar sobrepasará a toda imaginación!... Muy grandes cosas se preparan... Será más terrible que todo lo que ha sucedido en el mundo desde su creación. El infierno cree poder hacer una buena cosecha durante ese cataclismo. Sin embargo, Yo le venceré..





Yo vendré y traeré la paz a mis fieles... La Madre de Dios y todos los coros de los Ángeles se pondrán en juego durante esos acontecimientos para salvar las almas. Yo estableceré mi Reino... A mis fieles Yo les daré luces particulares y les traeré la salvación. La humanidad conocerá Mi Poder y Mi Amor...Yo reuniré a los míos y de todas las direcciones vendrán para glorificarme. Dichosos los que estén listos para recibirme!!





Rezad sin descanso.. Rezad para tener la fuerza de los mártires y atravesar sin peligro este período de prueba... La última guerra mundial no es más que una gota de agua en comparación con el mar de calamidades que la Justicia divina reserva para estos próximos tiempos. Así como el mundo tenía necesidad del sacrificio del Hijo de Dios para obtener la Misericordia del Padre celestial, así ahora necesitáis refugiaros en Mi Corazón para sobrellevar todas vuestras penas.





¡Implorad la protección de Mi Madre y tened confianza en Mí... Mi Madre os ha dicho que ella es la Mediadora de todas las gracias... Que Mi Corazón sea vuestro refugio: en El encontraréis el descanso y la felicidad.. Sumergid vuestros defectos y vuestras imperfecciones en Mi preciosa Sangre para purificaros... Perseverad en Mi Amor. Uníos a Mi Sacrificio para la redención de la humanidad!"







En tiempos, en Mi casa estaba viva la Integridad, pues Mi Ley era su pan cotidiano, pero mira ahora en que condiciones está Mi Casa: una desolación, ¡una caverna de lagartos y de arañas...! ¡Ah! Pero Yo acabaré con todo esto. Mi corazón está despedazado, hija Mía, Mis ángeles temen y tienen miedo de la Hora que fijé y que caerá cuando Mis Órdenes fuesen dadas. Yo ya no puedo soportar ver las continuas Lágrimas derramadas por vuestra Santa Madre todas las veces que Mi Hijo es recrucificado. Los pecados de tu generación llevan a Mi Hijo al Calvario, en todo momento. Juntos, a una sola voz, el mundo blasfema contra Mi Espíritu Santo, y todas las potestades del Cielo. Diaramente, el mundo Me provoca: "Mirad, Ved lo que aconteció a la gran Casa del Señor," dicen ellos mientras, con hipocresía, ellos mismos la destruyen. Por eso, Mi Alma no puede soportar, por más tiempo, los Lamentos de Mi Hijo recrucificado. A pesar de que Mi Hijo y vuestra Santa Madre cubran sus dolores lo mejor que pueden, Mis oídos lo oyen todo. Mis Oídos y Mis Ojos no son humanos, y, por consiguiente, nada Me escapa. Una vez que es tu generación quien hace la elección, y no Yo, la rebelión en Mi Casa, atraerá sobre vosotros Mi Ira, y rápidamente caerá sobre la tierra la más profunda oscuridad. No es Mi elección, sino vuestra. Yo habría preferido resucitaros de vuestras tumbas por Mi Misericordia y por Mi Amor, por Mi Compasión y por Mi Paz, pero mirad cuántos de vosotros sois insensibles a Mi oferta. No puede caberos cosa alguna más y Mi Paciencia vosotros mismos la agotasteis [...]

Deprisa, esta tierra que vosotros conocéis, desaparecerá. Yo decidí apresurar Mi Plan por causa de los grandes pecados que comete vuestra generación. Todo desaparecerá. Todo se consumirá como un vestido. Será este el medio de destruir la mancha del pecado y reconoceréis que, desde el principio, seréis Mis templos santos y Mi Espíritu vivirá en vosotros. ¡Ah! ¡¡Ese bautismo de Fuego!! Rezad y ayunad, en estos últimos días. Yo Soy está próximo de vosotros.





El Padre Eterno





Mensajes de Vassula









Y vi que cuando abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto y el sol se tornó negro como saco de cilicio, y toda la luna se tornó como sangre.

Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera suelta sus higos verdes al ser sacudida por un viento fuerte; y el cielo fue retirado como un libro que se enrolla, y todos los montes y las islas fueron removidos de sus asientos; y los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes.

Y dicen a los montes y las peñas: «Caed sobre nosotros y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono y de la cólera del Cordero.

Porque ha llegado el Gran Día de su cólera y ¿quién podrá sostenerse?»



Apocalipsis 6, 12-17




«No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.

En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar.

Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.

San Juan 14, 1-3






Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?»


San Lucas 18, 8









"Todos los pueblos de la Tierra prorrumpirán en llantos, y verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes resplandecientes del cielo con gran poder y majestad; el cual enviará sus ángeles, que a voz de trompeta sonora congregarán a sus escogidos..."

San Mateo 24, 30-31








El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar.

Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.


Primera Carta a los Tesalonicenses 4, 15-17






"Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva y no serán recordados los primeros ni vendrán a la memoria; antes habrá gozo y regocijo por siempre jamás por lo que voy a crear… me regocijaré por Jerusalén y me alegraré por Mi pueblo, sin que se oiga ahí jamás lloro ni quejido. No habrá allí niño que viva pocos días ni viejo que no llene sus días, pues morir joven será morir a los cien años y el que no alcance los cien años será porque está maldito. Edificarán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán sus frutos. No edificarán para que otro habite, no ablandarán para que otro coma, pues cuanto vive un árbol vivirá Mi pueblo y Mis elegidos disfrutarán del trabajo de sus manos. No se fatigarán en vano ni tendrán hijos para sobresalto, pues serán raza bendita de Yahveh ellos y sus retoños con ellos; el lobo y el cordero pacerán lado a lado y el león comerá paja con el buey, la serpiente se alimentará de polvo; no habrá daño ni destrucción en mi monte santo, porque la tierra estará llena del conocimiento del amor de Dios como una invasión de las aguas del mar, dice Yahveh."

(Isaías 65, 17-25)









Los que estaban reunidos le preguntaron: «Señor, ¿es en este momento cuando vas a restablecer el Reino de Israel?»

El les contestó: «A vosotros no os toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad, sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.»

Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos.

Estando ellos mirando fijamente al cielo mientras se iba, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo.»


Hechos de los Apóstoles 1, 6-11










Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: «Esos que están vestidos con vestiduras blancas ¿quiénes son y de dónde han venido?»

Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás.» Me respondió: «Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero.

Por esto están delante del trono de Dios, dándole culto día y noche en su Santuario; y el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos.

Ya no tendrán hambre ni sed; ya nos les molestará el sol ni bochorno alguno.

Porque el Cordero que está en medio del trono los apacentará y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.»



Apocalipsis 7, 13-17








Lo que vio Isaías, hijo de Amós, tocante a Judá y Jerusalén.

Sucederá en días futuros que el monte de la Casa de Yahveh será asentado en la cima de los montes y se alzará por encima de las colinas. Confluirán a él todas las naciones, y acudirán pueblos numerosos. Dirán: «Venid, subamos al monte de Yahveh, a la Casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y nosotros sigamos sus senderos.» Pues de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén la palabra de Yahveh.

Juzgará entre las gentes, será árbitro de pueblos numerosos. Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas podaderas. No levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra.



Isaías 2, 1-4









La Nueva Jerusalén,

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y Él morará con ellos; y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.



Apocalipsis 21, 1-4







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